Educar a nuestros hijos: La importancia de entender y controlar sus emociones
Es muy frecuente que se preste mayor atención al comportamiento del niño, sobre todo cuando éste es negativo y que emitamos comentarios del tipo: “¡hay que ver que desobediente!”; “es que a la mínima se pone a gritar y llorar…”; “el caso es llevar la contraria…”, etc… A la hora de educar a nuestros hijos, es menos frecuente que atendamos y tengamos en cuenta sus emociones, los sentimientos que hay detrás de esa conducta. Existe una relación directa entre lo que siente un niño y cómo se comporta, si queremos que el niño se comporte bien hemos de asegurarnos de que se sienta bien y de que aprenda a manejar sus emociones.
Todo esto, en ningún caso quiere decir que evitemos cualquier sufrimiento al niño, que le consintamos o permitamos que obtenga todo lo que quiera. Educar a nuestros hijos de un modo saludable tiene que ver también con ayudarle a discriminar sus sentimientos y normalizarlos, empezando por aceptar nosotros, los adultos, los sentimientos del niño y enseñándole a identificarlos bien, es decir, ponerles nombre y saberlos reconocer, por ejemplo: “ya veo cómo te sientes…”
Detrás de un comportamiento desajustado o violento, del tipo dar patadas o puñetazos, gritar, escupir, etc., suelen encontrarse sentimientos de ira o rabia que producen en el niño una frustración que no sabe resolver. Algunas de las estrategias que recomendamos los psicólogos infantiles para educar a nuestros hijos ayudándoles a expresar sus sentimientos son:
- Escucharles con atención
- Aceptar sus sentimientos, puesto que a veces hacemos comentarios como “tampoco es para tanto”; “por eso no se llora”; “te estás portando como un niño pequeño! , etc.
- Poner nombre al sentimiento, por ejemplo:
– niño: “el profesor me ha llamado la atención en clase y algunos compañeros se han reído”
-mamá: “vaya…imagino que eso te ha dado vergüenza…”
Si ayudamos a los pequeños a que poco a poco aprendan a dar nombre a lo que sienten, podrán expresar de mejor forma lo que ocurre en su mundo interior, y de esta forma les ofrecemos una valiosa herramienta que les servirá para aprender a manejar su frustración cuando la sientan.
- Reforzar y elogiar lo que el niño hace bien también es una estrategia útil para que el niño con comportamientos inadecuados, aprenda a dar otro tipo de respuestas cuando no se sienta bien, es decir, así propiciamos que nos cuente qué le ocurre en vez de pelearse con su hermano, por ejemplo.
Con frecuencia, lo que nos ocurre, es que al ser el comportamiento mucho más evidente que los sentimientos, por ser algo manifiesto, que se ve, mientras los sentimientos no, nuestra atención se centra más en aquello que el niño hace. Pero para comprender lo que hace y por qué, hemos de comprender también sus sentimientos y contar con la ayuda de psicólogos infantiles en Madrid como los de Psicomaster. De esta forma podemos educar a nuestros hijos, enseñándoles, comprendiéndoles y ayudándoles a afrontar lo que sienten.
Artículo de Marta Bermejo Victoriano (Psicóloga de Psicomaster)
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