Utilidad de las emociones
Es frecuente que algunos de los pacientes que acuden a realizar tratamiento psicológico a Psicomaster nos digan, desde un malestar emocional significativo, que quieren dejar de sentirse mal, que no aguantan más su dolor, que les ayudemos a “librarse de sus emociones o sentimientos”. Pero, ¿esto último es posible?
La respuesta es No.
No podemos anular nuestras emociones, y sería completamente inadecuado tratar de no sentir enfado, tristeza o miedo, por ejemplo, si la situación o lo que nos esté sucediendo en ese momento lo requiere. Sería un error no escuchar nuestros sentimientos, puesto que lo primero que hemos de saber hacer para poder manejarlos de manera saludable, es reconocerlos y después poder expresarlos para solucionarlos. A lo largo de nuestro tratamiento psicológico, enseñamos a las personas el papel de las emociones para que puedan entender su utilidad y no desarrollen intolerancia a determinadas emociones.
Estamos programados biológicamente para responder emocionalmente de la misma manera o similar ante determinados estímulos, por ejemplo, que nos asustemos ante un fuerte ruido de repente, que nos de miedo un perro corriendo hacia nosotros enseñando sus colmillos, etc. En este caso hablamos de emociones, que son súbitas porque aparecen de repente y no tardan mucho en desaparecer, pero si nos referimos a los sentimientos, éstos se construyen en el tiempo, no son tan súbitos como las emociones, por tanto en ese proceso de construcción, que dependerá de cada persona y es subjetivo, podemos “aprender” a sentirnos de una determinada manera. Y como hablamos de aprender, hablamos entonces de funciones mentales, más en concreto de la interpretación que hacemos de las cosas, de nuestros pensamientos.
Tratamiento psicológico: Aprender a sentirnos mejor
Existen varios modelos explicativos sobre qué genera nuestras emociones, uno de ellos es el que tiene en cuenta el papel de los pensamientos, siendo muy útil para poder analizar qué es lo que provoca en muchas personas el sufrimiento emocional. El papel de la interpretación es clave en un tratamiento psicológico cognitivo-conductual.
Lo que percibimos en nuestro entorno lo interpretamos, y en esa interpretación echamos mano de nuestras experiencias anteriores, de nuestras creencias y principios, de nuestra forma particular de verlo todo… Lo que ocurre es que a veces hacemos una incorrecta interpretación de la realidad, es decir, estamos sacando una conclusión de lo que está sucediendo que no es la adecuada, y que normalmente es negativa, por tanto lo que va a producirnos es un malestar emocional que puede llegar a prolongarse demasiado en el tiempo. Por ejemplo, si hemos quedado con alguien para cenar y nos dejan plantados sin avisar con la cena hecha y empezamos a pensar que “no hay derecho, que lo ha hecho para fastidiarnos, que no nos ha tenido en cuenta por no avisar…”etc., y no tenemos en cuenta otras opciones, es fácil que estemos equivocándonos, ya que a la otra persona ha podido ocurrirle algo que le haya impedido avisar. Pero teniendo en cuenta los primeros pensamientos lo más seguro es que estemos furiosos.
En el caso de la persona que crea “todo lo hago mal” y su pensamiento gire en torno a cuestiones del tipo “no seré capaz de hacerlo nunca” “los demás lo hacen mejor” “qué desastre soy”…, no es de extrañar que se sienta triste, frustrada consigo misma o ansiosa.
Todo esto nos da pistas de qué hemos de revisar cuando nos sentimos mal emocionalmente, ya que nuestra forma de pensar influye de manera directa. Esa forma de pensar es aprendida, así que podemos modificarla mediante un tratamiento psicológico adecuado y hacerla más funcional.
No podemos dejar de sentir, pero sí podemos dejar de sufrir por aquello que nosotros mismos generamos con nuestro pensamiento, a veces agrandando los problemas, viendo sólo la parte negativa de las cosas, dando por hecho lo que pensamos sin comprobar si realmente es así, etc.
En el tratamiento psicológico, nos servimos de diversas técnicas, herramientas y trucos que podemos aplicar para conseguir sentirnos mejor. De modo que ¿podemos?
Sí. Podemos librarnos de esa forma de pensar inadecuada y ayudarnos a mejorar emocionalmente, a veces dejar de sufrir, afrontar de manera exitosa nuestros problemas y tener una buena autoestima.
Artículo de Marta Bermejo Victorian
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Aprovecho el articulo para comentar un poco mi problema que no es mas que ese, el vivir constantemente con el pensamiento desagradable aplicado a distintas cosas del dia a dia y que sinceramente conlleva un desgaste mental que no le deseo a nadie.
Si bien creo que siguiendo unas pautas firmes de control mental basadas en aprender a pensar y decidir pueden evitarse muchos de los pensamientos desagradables que pueden venir a nuestra cabeza. Lo curioso de esto y también lo lei en algunos comentarios de esta web http://terapiadpareja.com la cual recomiendo es que la mayoría de personas que tenían pensamientos negativos o desagradables después realmente en una balanza no tenían problemas en su vida como para tener esa carga de negatividad.