El perfeccionismo y autocritica: Ideas Irracionales
Cuántas veces sentimos ansiedad al comprobar que no podemos con todo, teniendo que sacar adelante mucho trabajo, atender a una familia, a amigos, compromisos sociales…Sentimos que no tenemos tiempo para nosotros mismos y que el trabajo, va ocupando cada vez más horas en nuestra vida y casi sin darnos cuenta vamos disminuyendo, en gran medida, el tiempo que deberíamos dedicar a nuestro ámbito personal y actividades gratificantes. La ansiedad se adueña de nosotros y empezamos a experimentar síntomas físicos como insomnio, agitación, nerviosismo, tensión y vemos cómo cada vez rendimos peor y a un elevado coste. La autocritica se convierte en nuestro día a día, en un intento de rendir más y mejor, como si la autocritica favoreciera el rendimiento. Si calculamos el tiempo que dedicamos a cada aspecto de nuestra vida, vemos que el trabajo ocupa el máximo de nuestra dedicación y que en él empleamos más horas de las que casi tenemos.
¿Por qué le dedicamos tanto tiempo al trabajo? En muchas ocasiones, además de por exceso de trabajo, tenemos necesidad de éxito, miedo al fracaso, no queremos fallar, deseamos contar con la aprobación de los demás, necesitamos tener sensación de control y nos proponemos cada vez más metas, con un mayor grado de autoexigencia. Identificamos la idea de ser responsable con la de trabajar en exceso, con lo que cada vez asumimos más responsabilidades. Sostenemos el concepto que tenemos de nosotros mismos según lo buen trabajador que somos y los logros laborales que conseguimos. Cuando algo falla utilizamos la autocritica.
Con este estilo de pensamiento, es muy fácil desarrollar una idea perfeccionista con un grado de autoexigencia muy elevado acompañado de una constante autocrítica. Todo esto generará problemas a varios niveles. En primer lugar sufrimos ansiedad y sus síntomas asociados, un gran deterioro de la autoestima y del concepto que uno puede desarrollar sobre sí mismo, llegando incluso a dudar de la valía de uno mismo. Con frecuencia nos encontramos con pensamientos cómo: “Si fallo en el trabajo soy un fracasado” “Tengo que hacerlo todo bien” “No soporto equivocarme” “Me verán como un incompetente si no logro sacarlo todo sin errores”.
Con este patrón de pensamiento tendemos a ir aislándonos socialmente, ya que no dedicamos el tiempo suficiente a compartir con otros, pues la mayor energía la ponemos en el trabajo, nos volvemos cada vez más inseguros y temerosos y experimentamos mucha ansiedad, preocupación y angustia acompañados de síntomas físicos.
Dentro de la corriente psicológica cognitivo conductual, Albert Ellis, padre de la Terapia Racional Emotiva consideró que no son los sucesos, sino la forma que tenemos de interpretar dichos sucesos, lo que condicionará nuestras emociones, nuestra conducta y por lo tanto, nuestro estado de ánimo. Albert Ellis identifica once pensamientos erróneos y desadaptativos que denomina Ideas Irracionales. Estas formarán parte de los esquemas de pensamiento a partir de los cuales se interpretará la realidad.
Tres de estas Ideas Irracionales están directamente relacionadas con el estilo de pensamiento correspondiente al perfil de la persona perfeccionista. Se trata de un perfil que nos hace vulnerables a la ansiedad y a sus trastornos.Estas ideas Irracionales son:
“Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles”.
“Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen”.
“Invariablemente existe una solución precisa, correcta y perfecta para los problemas humanos, y si esta solución perfecta no se encuentra sobreviene la catástrofe”.
El trabajo psicológico consistiría fundamentalmente en desmontar estas ideas irracionales, trabajando para desafiarlas y ponerlas a prueba. De este modo y debido a que nos sentimos según pensamos, al disminuir este modo de pensar exagerado y lograr ajustarlo para que no nos perjudique, cambiarán también nuestras emociones, consiguiendo así, un mejor estado de ánimo
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