El apego es el vínculo emocional que desarrollamos de niños con nuestros cuidadores
En este vídeo hablamos sobre los estilos de apego que podemos adquirir y que van a determinar nuestro patrón de relaciones con los demás y el modo en que nos sentimos en esas relaciones.
Las personas nacemos con necesidad de vincularnos, pues nacemos dependientes de los cuidados de nuestros progenitores. Un apego sano con nuestros cuidadores debe cubrir nuestras necesidades afectivas y de contacto físico. Lo que ocurre, es que no en todos los casos, desarrollamos un apego sano, seguro. Hemos podido sentirnos abandonados, ignorados o abusados en nuestra infancia, puede que nuestras necesidades emocionales no hayan sido cubiertas de un modo adecuado, desarrollando así estilos de apego inseguros que van a determinar nuestro modo de relacionarnos con los demás.
El estilo de apego es el origen de numerosos trastornos psicológicos en el adulto, al determinar el desarrollo de nuestra personalidad. En el vídeo mostramos los diferentes estilos de apego que podemos tener y que conllevan distintos modos de relacionarnos.
Hablamos del apego seguro, que sería el estilo ideal en el que no tenemos problemas de relación, establecemos vínculos sanos con los demás y nos sentimos relajados en nuestras relaciones sociales.
Por otra parte, vamos a describir los distintos estilos de apego inseguros: El ansioso, también llamado ambivalente o preocupado; el evitativo y el aislado.
Es importante señalar que el patrón de apego puede restablecerse mediante una terapia adecuada, permitiéndonos así establecer vínculos sanos y sentirnos relajados.
Mediante una terapia integradora y, en especial, con aquéllas terapias basadas en el reprocesamiento de la información cerebral como terapia EMDR y la terapia sensoriomotriz obtenemos muy buenos resultados, logrando superar el trauma de apego que nos puede condicionar nuestro presente y futuro.