Actualizado por última vez el 10 enero, 2024
Es muy posible que cualquiera de nosotros conozcamos a alguna persona con elevada autoexigencia, que se esfuerce por hacerlo todo “perfecto”, por ejemplo en sacar notas altas a un coste muy elevado de esfuerzo y sacrificio, alguien que invierte muchas horas al día en tareas de casa, o en arreglarse, o quien dedica demasiadas horas al trabajo perdiendo así tiempo libre o espacios familiares o de ocio, y siempre con la idea y sensación de no ser suficiente, de no haber hecho todo lo que se tenía programado.
Quien tiene una alta autoexigencia consigo mismo y/o con los demás suele estar acompañado de pensamientos del tipo “debería…tengo que…” que implican un nivel de exigencia o imposición y son capaces de generar una alta ansiedad.
Tener aspiraciones, querer mejorar o superarse a sí mismo está muy bien, pero hemos de saber poner las metas de manera realista y vigilar el coste emocional que nos supone alcanzarlas.
Señales de exceso de Autoexigencia
- Considerar que un trabajo nunca está terminado o lo suficientemente bien hecho.
- Dedicar mucho tiempo a hacer tareas.
- Necesidad de control sobre el entorno, tener las cosas bien programadas.
- No tener capacidad para delegar en los demás por miedo a lo incontrolable.
- Tener un pensamiento rígido e inflexible y con tendencia a anticipar los acontecimientos de forma negativa.
- Intentar evitar cometer errores.
- Preocupación excesiva por el orden.
- Tener un autoconcepto negativo.
- Pensar que se es lo suficientemente válido.
- Miedo a la evaluación negativa de los demás.
La autoexigencia elevada termina afectando el mundo emocional de la persona, provoca una gran frustración y la necesidad en aumento de tener el control sobre las cosas y querer hacerlo todo perfecto.
Claves para afrontar la autoexigencia excesiva
- Aprender a seleccionar lo importante de lo que no lo es, ya que cuando queremos hacer todo perfecto nos da miedo poder dejarnos algo necesario sin atender
- Aprender a tomarnos más tiempo para hacer las tareas y también para tomar decisiones
- Dedicar tiempo al día al ocio y descanso
- Centrarse en el proceso de las tareas que realizamos y no tanto el resultado final
- Establecerse metas realistas y alcanzables
- Asumir la posibilidad de cometer errores
- Aprender a pensar de manera más positiva, detectando aquellos pensamientos que nos hacen seguir siendo autoexigentes, por ejemplo: “debería estar trabajando, tengo que hacerlo mejor, no lo haré bien si no invierto mucho tiempo, no debo perder el tiempo”, etc…
- Sentirnos con la libertad de expresar nuestras emociones
- Evitar planificarlo todo, ya que de esa manera todo adquiere el significado de obligatorio, como si fuera un trabajo, y no permite que nos relajemos y podamos disfrutar del momento.
- Darse espacios para tener tiempo libre sin nada que hacer, ya que cuesta mucho tolerar estar sin hacer nada y no pensar que se pierde el tiempo, por ello es bueno acostumbrarse a tener pequeños espacios sin estructurar
En nuestra consulta vemos a diario cómo detrás de un estilo de pensamiento y comportamiento perfeccionista hay personas que sufren mucho, que padecen altos niveles de ansiedad y síntomas depresivos, incluso llegan a desarrollar algunos trastornos. Es importante saber tener metas realistas y saber exigirnos sin que ello suponga un coste tan elevado.
¿Te ha parecido interesante este artículo? Puedes darnos tu valoración:

Psicomaster
Nuestro centro de psicología en Madrid cuenta con un equipo de psicólogos altamente cualificados con amplia experiencia en el tratamiento de diversas patologías como ansiedad, depresión, TOC, terapia de pareja, etc. Utilizamos técnicas psicoterapéuticas eficaces y con evidencia científica: EMDR, terapia cognitivo conductual, terapia de aceptación y compromiso y realidad virtual.