Hace ya 11 años que se aprobó la ley integral contra la violencia machista, por la que se pusieron de acuerdo todas las fuerzas políticas. No obstante, a día de hoy, las cifras de violencia de género siguen siendo muy alarmantes. Hasta el 26 de Noviembre del 2015, según el periódico EL PAIS, en España han muerto 48 mujeres a manos de sus parejas y las consecuencias también las están sufriendo sus familias, amigos y los 42 niños que han quedado huérfanos de madre.
Tras ver los diferentes debates de los políticos, con motivo de las próximas elecciones, me alegra saber que todos los partidos políticos coinciden en la gravedad del asunto y en considerar la necesidad de hacer algo ante la violencia de género, para que esto deje de ocurrir.
Es muy importante la concienciación de los políticos, la existencia de leyes que juzguen estos actos violentos y defiendan a las mujeres de tal horror. También, será muy importante que se tenga en cuenta la asignación de presupuestos para favorecer la existencia de medios, asociaciones, poder crear servicios, centros, y en definitiva, recursos donde las mujeres puedan acudir para informarse, recibir ayuda, protección y orientación.
Los políticos no son los únicos que deben concienciarse, sino que todos debemos hacerlo y desde la familia, educar a nuestros hijos en ello.
Muchos casos de violencia de género no se denuncian con lo que no se llega a activar ningún protocolo de actuación para la protección, pues si no se denuncia, no queda constancia y no se contempla en la ley. Por este motivo, las mujeres deben saber que no deben permitir ningún tipo de violencia, debemos enseñar a nuestras hijas a protegerse y a denunciar cualquier forma de violencia de género y esto debemos hacérselo saber y sentir nosotros, desde nuestras casas.
Es más, todos tenemos que saber que podemos denunciarlo, sin ser la victima necesariamente. Nuestro compromiso y deber para con los demás, contemplaría la opción de proteger al otro denunciando la situación o el hecho. Para ello, lo primero que debería dejar de suceder es lo que titula en uno de sus artículos eldiario.es, “Los hombres seguimos viendo la violencia de género como algo ajeno, que no va con nosotros”. No podemos permitir que nuestros hijos sigan pensando eso.
El miedo paraliza a las víctimas, les hace perder la autoestima, la motivación, la voluntad y les hace sumirse en un desánimo y posible depresión que les aísla casi del todo. Esto, dificulta el poder conectar con ellas y poder ayudarlas, pero podemos y debemos hacerlo. Para ello, también deben aprender a protegerse desde niñas y a no admitir actitudes vejatorias, faltas de respeto y mucho menos la agresión del tipo que sea.
Nuestras hijas no deben permitir que sus novios les controlen los móviles, nuestros hijos no deben sentirse con derecho a controlar el móvil de sus parejas.
Se denuncia, se busca ayuda y empieza un largo trabajo, de apoyo, de ayuda, de aprender a gestionar una nueva vida sin dependencias emocionales y sin miedo, de sanear una autoestima, de superar una depresión, de mirar hacia adelante…
La detección precoz será fundamental. Todos debemos concienciarnos y saber que podemos hacer más. Y la educación será la clave para conseguir todo esto. Para conseguir acabar con la violencia de género y que puedan vivir las mujeres sin miedo.
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Marta Camacho Calvo
Experta en EMDR Nivel I y Nivel II por la Asociación EMDR Europa
Experto en Mediación Familiar por la UNED
Miembro de la Asociación EMDR-Europa