Consumo de drogas: Las Fases que atraviesan
El consumo de drogas no deja de ser un problema social importante, de interés y preocupación general. Para padres y profesionales es especialmente preocupante el uso indiscriminado de drogas en etapas de desarrollo evolutivo como la adolescencia, etapa en la que ha aumentado en gran medida el consumo en los últimos años.
Estamos ante la etapa del salto de la infancia a la madurez, con gran cantidad de cambios corporales, afectivos y cognitivos que implican curiosidad, necesidad de vivir experiencias novedosas e intensas, conocer gente nueva, tener identidad propia y gozar de mayor autonomía. Aspectos que convierten al adolescente en alguien vulnerable al consumo de drogas. Además, los primeros acercamientos al mundo de las drogas en cualquier persona suelen ser en la adolescencia.
En la parte académica y familiar hay señales que nos pueden indicar que algo está ocurriendo en el adolescente que se sale de lo esperable en esta etapa de su desarrollo, como por ejemplo el fracaso escolar, la bajada de rendimiento, problemas de concentración y memoria, actitud de rebeldía hacia las normas, y el no cumplimiento de éstas, amistades poco convenientes, facilidad para irritarse o enfadarse, susceptibilidad, desmotivación general, abandono de actividades (por ejemplo deportivas), etc.
Existen múltiples factores que pueden contribuir al inicio del consumo de drogas en los adolescentes (baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, conductas agresivas, problemas familiares, modelos cercanos de referencia en el consumo de drogas, fácil acceso en el entorno, factores de personalidad, etc.), pero especialmente relevante es el factor social.
En la adolescencia la importancia que se da al grupo de iguales es máxima, existe un mayor deseo de aprobación social, y unido a que en esta etapa el adolescente aún está afianzando aspectos de su personalidad, le hacen más vulnerable e influenciable. Si el consumo de drogas comienza a ser frecuente, el proceso de desarrollo normalizado en esta etapa empieza a detenerse, con lo cual se paraliza el adquisición de habilidades que favorecen la madurez del adolescente y comienzan a desarrollarse otro tipo de habilidades encaminadas al mantenimiento del consumo, que implican mentir, no asumir responsabilidades, conductas de riesgo o delictivas, comportamiento conflictivo, aislamiento, etc.
Una de las grandes preocupaciones actualmente es la patología dual (coexistencia de un trastorno psiquiátrico con un problema de consumo de drogas), ya que se está dando un aumento entre los adolescentes de nuestra sociedad debido a la normalización que se hace del consumo de alcohol y otras drogas, generalmente los fines de semana, en los jóvenes.
La mayor disponibilidad de las drogas para los jóvenes les acerca al consumo, por tanto quien padece algún tipo de trastorno psiquiátrico o psicológico las consume para evitar los síntomas de su problema, por ejemplo el adolescente con un trastorno de ansiedad social puede consumir alcohol para “superarlo” momentáneamente complicando así el trastorno y su pronóstico. Y por otro lado, el consumo de drogas puede desencadenar otro tipo de patologías mentales además de la adicción.
Existen 4 fases que nos explican cómo llega a la adicción un adolescente (Kandel, 1978; Kandel y Logan, 1984):
Fase 1: Experimentación
En esta fase se da un consumo no habitual todavía, normalmente en los últimos años de la enseñanza obligatoria, son consumos fundamentalmente de tabaco, alcohol y cannabis, aunque también se da el consumo de otras sustancias como drogas de síntesis o cocaína. El adolescente va aprendiendo los efectos que las drogas tienen en él. En esta fase no se dan consecuencias negativas importantes en la vida del joven, haciendo que esto sea un factor de riesgo para mantener el consumo y pasar a fases posteriores.
Fase 2: Consumo abusivo temprano
En esta fase del consumo aparece la búsqueda reiterada de aquellos efectos en el estado de ánimo o en su competencia social que ha experimentado en la fase de experimentación como efectos positivos, por ejemplo “quitarme la timidez”. Se va estableciendo un patrón de consumo de drogas frecuente y se da el fenómeno de la tolerancia adquirida, es decir, cada vez el adolescente necesitará mayores dosis de la sustancia consumida para obtener el mismo efecto. Es probable que se amplíe el número de sustancias a consumir y se busque experimentar cosas nuevas. Aquí ya nos encontraremos con interferencias en la vida del adolescente de tipo académico, familiar, social y personal.
Fase 3: Abuso
Se da un cambio importante en la conducta habitual del adolescente dedicando gran parte de su tiempo a pensar, conseguir y preparar el consumo de drogas, que puede darse a diario. Toda o casi toda su actividad va a girar en torno al consumo, abandonando otro tipo de tareas.
Fase 4: Adicción
El fenómeno de la dependencia psicológica y/o física, dependiendo de la sustancia consumida ya se ha instaurado. Se consolida el deterioro haciendo un uso compulsivo de las drogas, siendo las consecuencias de gravedad, pero pese a ello el adolescente sigue manteniéndose en el consumo.
Dependiendo de la fase en la que se encuentre el adolescente, la intervención tendrá objetivos diferentes, desde la prevención hasta el tratamiento de desintoxicación, deshabituación, rehabilitación y reinserción del joven.
Las estadísticas demuestran que la intervención grupal en adicciones es más efectiva, donde se integra a la familia como parte esencial del tratamiento de los jóvenes, tratándoles también a ellos, ya que también sufren las consecuencias devastadoras que las drogas provocan, y “ayudándoles a ayudar” al adolescente a salir de ellas. Por eso es muy importante actuar a las primeras señales de que algo no va bien, no justificando el comportamiento del adolescente como algo “normal” a su edad, como algo pasajero o que cambiará con la madurez, ya que no es así, cuando hablamos de adicción nos estamos refiriendo a algo incontrolable para el adolescente pese a querer dejar de consumir, y que requiere tratamiento médico, psicológico y social.
Artículo de Marta Bermejo Victoriano (Psicóloga de Psicomaster)
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Todos podemos caer en una adicción y lo único que conviene es que tengamos fuerza para luego poder salir de ella. Conviene ver cuáles son las causa que provocan la adicción y sus posteriores consecuencias y hacerlo ver al adicto. La ignorancia nos disimula el problema. Nada somos solos pero el apoyo de muchos y más cuando quien te apoya es un ser querido te puede dar las fuerzas suficientes para salir del laberinto en el que te hallas con la adicción
La adolescencia es la edad en la que los jóvenes creen ser más inteligentes, más poderosos, más preparados cuando en realidad son los más inexpertos, los mas influenciables y los más requeridos de comprensión y cariño
Si no puede solo busque apoyo en otros que conozcan el problema. Le podrán ayudar.
Le doy conocimiento del tema en http://causas-consecuencias.com/consecuencias-de-las-drogas/