Un caso con déficit en habilidades sociales

El caso de Ainoa y sus dificultades con habilidades sociales

Ainoa, una chica de 27 años, acude a consulta expresando su malestar y con la sensación de no saber qué hacer para afrontar “su situación” en la actualidad y en un futuro. Tiene un mal concepto de sí misma porque considera que lo que le pasa no es normal y piensa que ella es la única persona que sufre cada día la imposibilidad de relacionarse de forma adecuada, con las demás personas.

Toda la familia de Ainoa recuerda como hasta los cinco años fue una niña sociable, simpática, graciosa y muy risueña. A Ainoa le atormenta no saber qué pudo suceder para que cambiara tanto. Ella sólo tiene el recuerdo de una niña tímida, muy pendiente de sus complejos y del concepto que pudieran tener de ella los demás. Recuerda que lo pasaba mal en el colegio y se refugiaba y protegía aislándose. Piensa que todo esto ha condicionado su carácter, su forma de ver y afrontar la vida, su toma de decisiones, sus actuaciones y la relación con los demás y consigo misma. Y sobre todo, Ainoa cree que este problema no le deja ser feliz, estar tranquila y disfrutar de todo lo bueno que tiene su vida ya que le afecta a todos los niveles.

Ella considera que nadie le conoce realmente porque nunca ha sido capaz de ser ella misma, de ser natural o de estar relajada ya que siempre se muestra a la defensiva o en tensión. Evita las reuniones familiares, las quedadas con compañeros de la universidad y dice ser una completa desconocida para sus compañeros del trabajo. Sufre cuando se da cuenta de que los demás no cuentan con ella pero cuando asiste a alguna reunión o situación social, no participa de las conversaciones o de las actividades. Escucha, está allí, pero intenta siempre mantenerse al margen. Tiene un mal autoconcepto, con una baja autoestima y piensa que es aburrida e incapaz de hablar de algo interesante. Cree que los demás se fijarán en sus errores y defectos, se darán cuenta de su inseguridad al hablar, de sus titubeos, de su sequedad de boca, su sudoración, su taquicardia… Se siente rara y está segura de que los demás también la ven así. Tiene muchos miedos; miedo a no gustar, a que no le quieran, a equivocarse, a quedarse sin trabajo y no ser capaz de enfrentarse a una entrevista de trabajo, a hablar en público, a expresar su opinión, al ridículo, a no poder ni saber disfrutar y según sus propias palabras “miedo a no ser normal, a no ser feliz…”

Lo importante es que Ainoa se ha cansado de sufrir, de su malestar, de evitar ciertas situaciones, de aislarse, de esos miedos que tanto condicionan su vida y se quiere enfrentar a ellos, solucionar su problema y ser feliz.

Con la terapia Cognitivo Conductual lo importante no es tanto saber qué pudiera haber pasado para que Ainoa pasara de ser una niña extrovertida y sociable a preocupada, triste, e insegura, si no solucionar el problema en el presente para que Ainoa pueda hallar su bienestar y pueda desarrollar herramientas para poder ser feliz. solucionando sus propios problemas ella misma en un futuro.

Así pues, si abordamos el caso y la problemática de Ainoa con nuestra terapia, deberemos trabajar, entre otros, aspectos tales como: su autoestima y concepto de sí misma, inseguridades y pensamientos distorsionados, ideas irracionales, su estado de ánimo, apatía y tristeza, sus miedos y ansiedad y el déficit en habilidades sociales. Además, será muy importante el entrenamiento en habilidades sociales y contar con la posibilidad de trabajar en la adquisición de dichas habilidades no solo de forma individual con el terapeuta, si no también teniendo la oportunidad de hacer ensayos con otras personas a través de un buen programa o taller de entrenamiento en habilidades sociales.

Escrito por: Marta Camacho Calvo, psicóloga de Psicomaster