Depender de los likes es adictivo
Instagram, Twitter, Facebook, Snapchat, son algunas de las redes sociales que mas se utilizan en este momento y a partir de las cuales medimos cuánto gustamos, llegando a depender de los likes que recibimos.
Publicamos fotos de nuestros buenos momentos y esperamos recibir un feedback que tendrá en nosotros, poco a poco, una repercusión y un coste emocional.
El autoconcepto lo formamos a partir de la valoración que hacen los demás de nosotros y en estos días, lo formamos, entre otras cosas, a partir del número de likes que recibimos por una publicación.
Un like es mucho más que darle a un botón en nuestro móvil. Hoy en día se ha convertido en la fuente de autoestima de muchos adolescentes y adultos y también en muchos quebraderos de cabeza. Queremos agradar y gustar y el medio que tenemos para ello es publicando fotos o momentos que muestran la felicidad, lo diferente, lo exclusivo…
Los likes se han convertido en nuestra fuente de autoestima y por la inmediatez con la que aparecen en nuestras vidas, es fácil caer en sus redes y engancharnos a ellos, es fácil depender de los likes o que nos afecten excesivamente.
¿Qué podemos hacer para no depender de los likes?
- No podemos gustar a todo el mundo. El número de likes no correlaciona con el modo en que somos como personas. Podemos ser una persona maravillosa y sin embargo no recibir likes y no gustar a todo el mundo. Tenemos que aceptarlo. Realizar esfuerzos o emitir conductas no propias de nosotros solamente para gustar, nos generará a medio y largo plazo emociones como la rabia y frustración y nos iremos alejando poco a poco de nuestro “yo” verdadero, algo que nos provocará inseguridad.
- Se fiel a ti mismo. Hay que apostar por uno mismo, por las ideas de cada uno, por el criterio propio y que éste no se vea modificado en función de a quien “tenemos delante”; de este modo nos aseguramos que a quien no vamos a fallar es a nosotros mismo, que a fin de cuentas somos los más importantes en esas redes y en ese perfil. Recuerda que: Que tu modifiques, no te asegura el éxito.
- Una foto es una foto. Debemos tener claro que un like refleja el gusto por esa foto: por el atardecer, por la ropa, por el plan…pero no debemos caer en la trampa de relacionar la valoración de la foto con la valoración hacia la persona. Que no se reciba un me gusta no quiere decir que me rechazan a mi como persona, sino que no les gusta esa foto, por ejemplo.
- Tus amigos no son el número de followers. Es importante que tengamos claro el tipo de relación y amistad que se establece en una red social. No podemos confundir los followers con los amigos, ya que si confundimos eso, nos sentiremos muy frustrados. Quédate con la opinión de tus 5 amigos y no de tus 500 followers. Ellos son los que verdaderamente te conocen detrás de esa pantalla y es su opinión la que tenemos que recoger y nos tiene que importar.
- Aprende a vivir con la crítica. Cuando publicamos y estamos activos en una red social, nos estamos exponiendo automáticamente a ser criticados por aquello que hemos publicado. Ellos tienen derecho a expresar su opinión y a valorar, pero no quiere decir que eso que nos dicen sea cierto. Distánciate de ese mensaje y acepta, como decía antes, que no podemos gustar a todo el mundo.
- ¿Quién soy yo? Cuanto más clara tengamos esa respuesta menos vamos a necesitar que otros nos lo digan. Debemos conocernos cómo somos, cuáles son nuestros puntos fuertes y, por el contrario, qué puntos débiles debemos trabajar. Cuanto más nos conocemos a nosotros mismos y sabemos como somos, menos vamos a necesitar la aprobación de los demás.
- Comparte por compartir, no por recibir. El fin y objetivo a la hora de publicar una foto debe ser el compartir. Compartir porque te gusta la ropa, el cuadro, las vistas…pero no debemos publicar esperando recibir una respuesta; si publicamos para contar el numero de likes es fácil que tarde o temprano nos sintamos frustrados.
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