En nuestra vida cotidiana, seguramente en multitud de ocasiones, hemos escuchado la palabra psicoanalista haciendo referencia casi por igual a la palabra psicólogo.
Incluso dentro de la psicología “popular de calle” ambos términos han sido utilizados casi como sinónimos.
Sin embargo, existen grandes diferencias entre psicólogo y psicoanalista
Diferencias entre Psicólogo y Psicoanalista
En primer lugar, cabe destacar la definición del término psicólogo como aquel profesional que tras recibir una formación universitaria completa específica en psicología; “estudia los procesos mentales, así como el comportamiento humano y la percepción en lo que concierne al medio ambiente físico y social que le rodea”.
Sin embargo, un psicoanalista no tiene por qué ser psicólogo (diferencia entre psicólogo y psicoanalista), sino que puede venir de otras ramas diferentes (psiquiatría, medicina, filosofía…) aunque con frecuencia suele serlo.
Otra de las diferencias entre psicólogo y psicoanalista es que un psicólogo no tiene por qué dedicarse exclusivamente al mundo de la clínica. Existen diferentes áreas en las que el profesional de la psicología puede desempeñar sus funciones (área educativa, área laboral, recursos humanos y formación, área social, área forense,…).
Es frecuente para el mundo audiovisual (tanto el cine, la televisión, teatro…) y por ende, de forma cotidiana para nuestra sociedad, encontrarse un guion repleto de frases como las que siguen: “tiene cita con su psicoanalista”, “lleva tiempo con su terapeuta”, “a ver si me vas a psicoanalizar”.
Como si de esta forma asumiéramos que sólo existe ese modelo de hacer terapia.
Y es que, dentro de la práctica clínica, otra de las diferencias entre psicólogo y psicoanalista, es que este último trabaja desde un mismo enfoque de psicoterapia (como su nombre indica, psicoanálisis), mientras que un psicólogo puede trabajar desde distintos enfoques terapéuticos o modelos como algunos de los que se citan a continuación:
➡Terapia Cognitivo-Conductual
➡Terapia sistémica
➡Terapias llamadas de Tercera Generación:
-Terapia de Aceptación y Compromiso
-Mindfulness
-Terapia Dialéctica-Comportamental
-Psicoterapia Analítica funcional
-Terapia de Activación Conductual
-Terapia Centrada en la Emoción
➡Terapia Neuropsicológica
➡Terapia Breve Estratégica
Hay una variable importante a tener en cuenta como otra de las posibles diferencias entre psicólogo y psicoanalista, y es en lo que concierne a la duración de los correspondientes tratamientos.
Las terapias psicológicas que hemos mencionado en el párrafo anterior, en su mayoría (y sobre todo las más recientes y más utilizadas hoy en día), no necesariamente tienen que ser duraderas para el paciente en el tiempo.
Hay algo que frecuentemente comento en la consulta, y es que “las terapias más duraderas no tienen por qué ser las más eficaces”.
Es verdad que ningún psicólogo, a priori, puede indicar en las primeras sesiones con exactitud el tiempo que le va a llevar la terapia con un paciente determinado, pero generalmente y por datos estadísticos, ciertos procedimientos terapéuticos entrañan a su vez periodos más largos que otros.
Y es conocido que, generalmente, una terapia psicoanalista puede en principio llevar años de tratamiento, aunque no en todos los casos, al igual que en cualquier otro proceso clínico.
Al hilo del tiempo, como decía Woody Allen en su película “El Dormilón” allá en 1973, “No he visto a mi psicoanalista en 200 años. Era un freudiano estricto y si le hubiese visto en todo este tiempo ahora estaría casi curado”.
Otra de las diferencias entre psicólogo y psicoanalista es que, este último, parte en sus orígenes del psicoanálisis (aunque hoy en día dicho modelo se ha desarrollado llegando hasta el que conocemos actualmente y que muchos profesionales actualmente utilizan) por el médico Sigmund Freud y consiste “en el estudio y tratamiento terapéutico de los trastornos psicológicos, de la estructura y el funcionamiento de la psique a partir del inconsciente”.
Y sin embargo un psicólogo en general, no tiene por qué partir del análisis en profundidad de tal proceso inconsciente, sino que, como pasa con los psicólogos que trabajan desde el modelo
Ofreciendo herramientas y pautas prácticas que implican unas directrices para ayudar al paciente en su día a día a lidiar con el problema objeto de consulta. Nuestros Psicólogos en Madrid de psicomaster.es te facilitaremos las herramientas necesarias para ayudarte.
Si nos adentramos en la evidencia científica (según distintos estudios de investigación), en cómo la comunidad científica avala ciertos procedimientos terapéuticos, encontramos también diferencias entre un psicólogo y un psicoanalista.
Generalmente para ciertas casuísticas que nos pueden llegar a nuestra práctica clínica, encontramos mayor evidencia en algunas prácticas utilizadas en los distintos procedimientos terapéuticos ya comentados, entre ciertas corrientes utilizadas por algunos psicólogos clínicos o sanitarios (por ejemplo, la Terapia Cognitivo-Conductual o de Tercera Generación) que propiamente procedimientos utilizados por psicoanalistas.
Aunque evidentemente no se puede generalizar, habría que compararlo para qué problemáticas sería mejor un tipo de Terapia u otra.
Finalmente a destacar otra diferencia entre psicólogo y psicoanalista seria el papel pasivo u activo del paciente.
Con cierta frecuencia el psicólogo que no emplea como tal el psicoanálisis, suele tener una función terapéutica más pasiva y dejar al paciente más como agente de cambio realizando ciertas pautas y exponiéndose él mismo a ciertas dinámicas temidas en su día a día.
A diferencia del psicoanalista, que suele integrar una función más pasiva del propio paciente dentro de un mismo proceso terapéutico, sin ofrecerle pautas más específicas para que él mismo haga si no ayudarlo a comprender el funcionamiento que tiene tratando de darle un significado a través de los correspondientes procesos de relación tanto de uno mismo como hacia los demás.
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Silvia Fernández Bernárdez
Experta en EMDR Nivel I y Nivel II por la Asociación EMDR Europa
Máster Oficial en Psicología de la Salud por la Universidad Autónoma de Madrid
Docente de Práctica Clínica colaboradora de varios proyectos de la Universidad Autónoma de Madrid y Universidad Rey Juan Carlos
Docente de práctica clínica, colaborando con varios Máster de la Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual
Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP)
Formación e intervención con familiares y personas con enfermedades neurodegenerativas
Experta en Rehabilitación Neuropsicológica
Experta en intervención desde ACT
Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid