En la actualidad se habla mucho de la maternidad, y todo lo que se concibe como espacio de diálogo es positivo, porque no se niega ni se oculta, sino que se le ofrece un lugar. Porque parece que durante siglos era una función biológica de la mujer reflejándose en el acto de parir a otro ser. Pero nadie duda de que este hecho comprende mucho más, siendo un compendio de significados variables que entrañan un cambio muy relevante en la vida de la persona, aunque durante años estos procesos hayan estado silenciados.
¿Por qué se habla de la maternidad más que antes?¿por qué algunas mujeres reniegan de la maternidad?¿por qué empieza aparecer de forma común en los temas de debate?
Desde que una mujer decide tener un hijo, a partir de ahí se dispara un sinfín de acontecimientos muy significativos, pero no por ello, difíciles en la carrera de ser madre, y una vez que se ha conseguido le sigue la crianza con todas las barreras subyacentes.
Es importante asumir que la sociedad ha cambiado, que la maternidad se va retrasando cada vez más, porque en muchas ocasiones las condiciones económicas, sociales y personales hacen que antes de los 30-40 años sea casi una misión imposible el poder plantearse tener un hijo.Sin embargo, es innegable la presión social que entraña tal disruptiva sobre la mujer. Es muy común la concepción que muchas madres tienen en la consulta, en el debate de que hagas lo que hagas siempre se juzga. Si decides tener un hijo (el amamantarlo, la elección o no de que vaya a una escuela infantil, el tipo de alimentación…) y si no, aún nos siguen llegando mensajes negativos a las mujeres que deciden libremente no probar en sus vidas la experiencia de la maternidad (como si este hecho fuera algo pecaminoso y difícil de explicar para algunas mentes).
Recomendaciones que puedan servir de guía en la experiencia de ser madres/padres
- COMUNICACIÓN:
Decíamos al comienzo que ahora parece que se habla con frecuencia de la maternidad. Este hecho es algo muy positivo, porque estamos poniéndole voz, dándole a la misma luz verde para plantear dificultades.
Ya sabemos en Psicología, que algo que no se expresa, difícilmente se le puede ofrecer solución. Por tanto, es importante que hablemos con nuestra pareja sobre los problemas del día a día entorno a la crianza. En un primer momento, iremos buscando nuestros espacios para ir planteando las dificultades. Sabemos que la vida en pareja cambia cuando tenemos un hijo, y el espacio de tiempo que limita. Sin embargo es de obligado cumplimiento que podamos ir planteando en el día a día; los distintos problemas, cómo nos sentimos y propuestas de solución.
- SOLEDAD:
Uno de los puntos que mantienen en común algunas madres compartiéndolo con el entorno más estrecho, es el sentimiento de soledad. Y este hecho, puede traer consigo una cierta contradicción, porque has traído al mundo a un nuevo ser, y sin embargo hay momentos en la crianza en los que te puedes sentir con un cierto atisbo de incomprensión. Aquí nos referimos más bien de la soledad en la sociedad. El entorno en ocasiones juzga, evalúa, sanciona y sobre todo opina.
Por eso es importante rodearnos de las personas relevantes para nosotros en un diálogo de escucha activa, en el que por defecto nadie tenga que escuchar de forma subyacente ciertas expresiones de evaluación o juicio. Al final “como madre lo vas hacer como puedas y como sabes, con los defectos que de forma inherente conformarán tu andadura, porque somos humanos, y este hecho trae consigo el error”.
- CUIDARTE PARA CUIDAR:
La crianza es un proceso constante, difícil, que entraña esfuerzo. Es como una carrera de largo fondo, aunque también con la satisfacción de cada etapa en el aprendizaje continuo e incesante.Y como todo lo que entraña un proceso de activación largo y perseverante, exige una dedicación. Siendo indispensable el cuidarnos para cuidar.
Y con ello nos referimos, en intentar dedicar un tiempo para nosotros mismos. Ahora has podido comprobar tu faceta como madre, pero en ti misma hay muchas otras áreas de tu vida que forman parte de ti. Tu rol como trabajadora, como amiga, como hija, como deportista, como esposa…y que como jardín con flores debemos de cultivar cada día. Si solo nos centramos en nuestra faceta de madres, al final descuidaríamos las otras áreas igual de importantes para ti. Además de entender que una alimentación sana y ejercicio regular es adecuada para cultivar nuestro cuerpo y nuestra mente. Igualmente es indiscutible que muchas os preguntéis:¿de donde saco el tiempo? Por ello, hay tres aristas principales como sostén:
–Delegar funciones y reparto de tareas(no hace falta que todo el tiempo estemos ambos cónyuges con el niño. Uno puede bajar al parque mientras el otro sale a correr y viceversa) y a veces otros familiares pudieran hacerse cargo de nuestro hijo, mientras mi pareja y yo salimos un rato
–Aprender que la virtud radica en hacer cosas aunque el tiempo sea más reducido. Muchas veces, dejamos de hacer algo, porque “no me da tiempo”. Pero no te importe si en lugar de salir una hora a pasear, solo puedes hacerlo veinte minutos. Tienes que tener en cuenta que este límite de tiempo, aunque sea menos que el habitual, es vital y necesario a la larga para ti. Todos sabemos que se pierden muchas horas de sueño en la etapa en la que nuestro retoño es un bebe, y aún así seguimos acostándonos en la cama todas las noches.
- JUICIO:
No hay juez más potente que nosotros mismos. Y con esto cuidado. Nuestra mente nos bombardea a mensajes “que mal lo estás haciendo”, “lo estás mal criando”, “es culpa mía”.
Por ello, es importante aceptar que nuestra mente, como ser que vive en sociedad, nos va a mandar siempre ciertas palabras, cuyo control de las mismas, no depende de nosotras. No entrar a darle más explicaciones intentando justificar nuestra acción, quedarnos en el plano de “ya esta mi mente lanzándome estos mensajes, gracias mente” sin darle más pie a que entremos en el contenido.
Entender que siempre nos vamos a estar juzgando por todo lo que hacemos, y también darnos permiso en cometer ciertos errores. Parece que tenemos que ser las mejores madres, y yo os lanzo el siguiente interrogante ¿qué es ser una buena madre?
- EL LADO OSCURO:
Hace años, era muy habitual que la gente dijera “que bonito es ser madre”, “es lo mejor que te puede pasar”… Sin embargo, esta serie de afirmaciones a priori no benefician. Porque cuando una mujer se siente triste, agobiada o angustiada tras la llegada de su hijo, entonces ¿cómo valida la sociedad tales emociones?. Parece que tienes que ser inmensamente feliz, y esto no siempre es así. Lógico porque confluyen diversos factores que muchas veces no dependen directamente de la madre en si (factores externos, biológicos, hormonales, el estado de salud del niño…)
Es importante permitirnos en el proceso de la maternidad tener días buenos y malos, tristes y alegres. Porque de esa forma nos estamos dando licencia para vivir.
Y para terminar, vive tú la experiencia porque esta es tuya, de forma singular y diferente del resto. Y no dudes en buscar ayuda profesional si en algún momento la necesitas. Todos alguna vez requerimos herramientas que nos ofrezcan la posibilidad de aprender otras formas de abordar ciertas problemáticas habituales en nuestro día a día.
Autora Silvia Fernández (Psicóloga Especialista de Psicomaster)
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