Una de las más famosas teorías estudiadas en psicología es la La teoría de la Atribución, que se encarga de analizar y explicar el estilo de atribución: a qué causas atribuyen las personas aquello que le sucede. En este artículo se hará referencia a dos dimensiones significativas a la hora de establecer esas causas, una es el lugar de control y la otra la estabilidad en el tiempo.
Todas las experiencias que vivimos a lo largo de nuestra vida influyen en cómo interpretamos lo que nos ocurre. Así, por ejemplo, aquellas personas que han tenido experiencias repetidas de fracaso no es de extrañar que piensen en la mala suerte, en lo incontrolable de esos fracasos, en que no pueden hacer nada para evitar que algo negativo suceda, etc…
El lugar de control en el estilo atribucional
Según la teoría de la atribución, si nos referimos al lugar de control, podemos situarlo externo o interno a la persona. El ejemplo típico para entender esto puede ser una prueba de examen donde siendo el resultado negativo, una experiencia de fracaso, habrá personas que lo atribuyan a la mala suerte, a haber tenido un mal día, a no haber estudiado lo suficiente, etc., encontrándonos así un estilo de atribución externo, mientras otras lo situarán interno si piensan que ha sido un fracaso de ellos, que no son inteligentes o no valen para estudiar, etc. En el caso de ser el resultado del examen positivo, es decir una experiencia de éxito, y favorable, quien tenga un estilo de atribución externo creerá que ha sido buena suerte, que simplemente lo han aprobado pero no porque se lo merezca; y siendo interno la manera de verlo será confiando en su capacidad, sintiéndose listo o inteligente, valorando su esfuerzo, etc.
La estabilidad en el tiempo en el estilo de atribución
En cuanto al segundo componente del estilo de atribución: la estabilidad en el tiempo, nos referimos a aquellas causas que vemos estables en el tiempo o pasajeras, si volvemos al mismo ejemplo anterior, quien atribuya el mal resultado de su examen a algo estable creerá que es inmodificable, por tanto no lo puede controlar y es probable que ante un próximo examen piense que sucederá lo mismo, entonces para qué voy a estudiar…. Por el contrario, si lo vemos como algo inestable podemos atribuírlo a algo que podemos mejorar, volver a intentar de nuevo, etc.
Por todo esto, es muy importante para la salud mental tener un estilo de atribución adaptativo donde atribuyamos los éxitos a características internas de la personalidad y los fracasos a factores externos, ya que todo esto es muy importante para mantener una sana autoestima.
Si tu estilo de atribución consiste en atribuir los fracasos a causas internas de la personalidad, incontrolables o estables, y los logros a causas externas e incontrolables tienes un estilo atribucional desadaptativo. Esto es algo totalmente aprendido por lo tanto modificable. Es uno de los aspectos que evaluamos en consulta para mejorar la autoestima y para trabajar patologías como la depresión, donde es fundamental hacer una correcta atribución de aquello que nos pasa para no sentirnos mal.
Artículo de Marta Bermejo Victoriano (Psicólogos en Madrid Psicomaster)
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