La inapetencia sexual o falta de deseo sexual es una de las disfunciones sexuales más frecuentes y afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo en general, más frecuente en mujeres que en hombres. Pese a que, en muchas ocasiones, no se busca ayuda profesional o se normaliza la situación, puede llegar a afectar de manera importante a la persona que lo sufre y a la vida en pareja.
A lo largo de este artículo, nos acercaremos a las causas y factores que pueden influir en la falta de deseo sexual y os daremos algunas claves para abordarla.
¿Qué es la inapetencia sexual?
El deseo sexual varía a lo largo de la vida de una persona, no es estable porque se ve afectado por muchos factores como pueden ser causas hormonales, físicas, sociales y psicológicas.
Podríamos definir la inapetencia sexual como la disminución del deseo sexual en la persona, no existiendo interés en la realización de ningún tipo de actividad sexual y generando preocupación en la persona.
Hay diferentes tipos de inapetencia sexual:
- Primaria: la persona nunca en su vida ha tenido un deseo sexual suficiente.
- Secundaria: la persona va perdiendo el interés en las actividades sexuales, secundario a algún factor.
- Generalizado: la persona no tiene deseo sexual hacia su pareja ni tampoco hacia otras personas.
- Situacional: la persona no tiene deseo sexual hacia su pareja, pero si hacia otras personas.
Síntomas de la inapetencia sexual
En general, no existe un baremo de “normalidad” en cuanto a deseo sexual. El deseo varía mucho de una persona a otra. No obstante, podríamos acotar los síntomas de la inapetencia sexual en los siguientes, de forma general:
- Pérdida de interés en cualquier tipo de actividad sexual, incluida la masturbación.
- No existencia de fantasías ni pensamientos sexuales en el día a día.
- La persona puede poner excusas para no mantener relaciones sexuales con su pareja, o evita ciertas conductas como abrazos, besos, por miedo a que su pareja quiera mantener una relación sexual.
- Que los síntomas anteriores generen preocupación en la persona, no sintiéndose cómodo/a con dicha situación y queriendo cambiarla.
¿Qué causa la inapetencia sexual?
Hay muchas posibles causas, dentro de este apartado os hablaremos acerca de las más frecuentes.
Dentro de las causas físicas u orgánicas podemos encontrar las siguientes:
- Ciertas enfermedades o síntomas físicos pueden alterar el deseo sexual.
- Dolor durante las relaciones sexuales, tras cirugías o parto.
- Ciertos medicamentos como los antidepresivos
- Cambios hormonales como el embarazo, la lactancia o la menopausia.
- Problemas endocrinos
Por otro lado, estarían los factores psicológicos:
- Problemas en la relación de pareja
- Presencia de otras disfunciones sexuales
- Trastornos del estado de ánimo, ansiedad y estrés
- Monotonía en las relaciones sexuales
- Cansancio y fatiga en el día a día
- Miedo o creencias limitantes acerca de las relaciones sexuales
- Problemas de autoestima
- Abusos sexuales
En muchas ocasiones, no hay solo un factor que genere inapetencia sexual, sino que existe la combinación de varios de ellos.
¿Qué puedo hacer para recuperar el apetito sexual?
¿Es posible recuperar el apetito sexual? La respuesta a esta pregunta es que sí, es posible. Para ello, primero hay que analizar y evaluar qué le ha llevado a la persona a sufrir dicha inapetencia sexual, y después poner en marcha un tratamiento para abordarla.
En este apartado, os daremos algunas claves para empezar a trabajar con ello. No obstante, siempre recomendamos el tratamiento con un profesional especializado.
Lo primero sería descartar una causa orgánica que esté generando esa falta de apetito en la sexualidad. Una vez descartada o tratada la causa orgánica, si la hay, podemos poner en marcha otras estrategias.
1. Dedica tiempo a tu deseo
Muchas veces tenemos la falsa creencia de que el deseo aparece solo, pero lo cierto es que, en muchas ocasiones llevamos un ritmo de vida que pone difícil que esto suceda.
Si tienes inapetencia sexual, buscar un tiempo para conectar con tu deseo a través de tu cuerpo va a ser muy beneficioso para ti.
Puedes dedicar ese tiempo a masajear tu cuerpo, descubrir tus zonas erógenas, es decir, investigar tu sexualidad.
2. No te enfoques en conseguir el orgasmo
La sexualidad es mucho más que un orgasmo. A veces nos centramos tanto en perseguir el orgasmo que estamos, indirectamente, haciendo que sea mucho más difícil conseguirlo.
El objetivo va a ser disfrutar, sentir placer, divertirte. Aleja el orgasmo de tu mente por el momento.
3. Mejora tu relación de pareja
Muchas veces la pérdida de apetito sexual está muy relacionada con la relación de pareja, en otras ocasiones, la relación de pareja se ve afectada por esta pérdida de deseo.
Sea como sea seguramente existan problemas a nivel de pareja. Buscar momentos para estar juntos a solas, volver a conectar con tu pareja, ayudará a que todo fluya mejor.
4. Comunícate
Es un punto fundamental, comunicar a tu pareja lo que te gusta y lo que no, lo que te da placer, lo que te genera miedo o dolor, es muy importante. Cada persona tiene un mapa sexual diferente y nuestra pareja no lo puede conocer si no somos nosotros los que se lo transmitimos.
5. Implementa hábitos saludables en tu vida y gestiona tu estrés
El apetito sexual puede verse afectado por muchas variables, tener hábitos de vida saludables y una buena salud psicológica serán factores muy importantes.
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A veces, tendemos a normalizar la inapetencia sexual o simplemente esperamos a que desaparezca y nuestro deseo vuelva como por arte de magia, y esto, en muchas ocasiones no ocurre.
Si tienes inapetencia sexual, buscar ayuda puede ser un paso muy importante, ya que te ayudará a recuperar tu salud sexual.
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Fundadora del Centro de Psicología Psicomáster,Certificado Europeo de Clínico experto en EMDR por la Asociación EMDR Europa,Experta en Apego y Disociación, Trauma e Integración de los estados del yo,Certificado de Especialista en Psicoterapia acreditado por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA),Máster en Psicología Clínica Cognitivo- Conductual- Social,Tutora Profesional de Prácticas en el Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad San Rafael- Nebrija,Docente de práctica clínica, colaborando con varios Máster de la Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual,Certificado Europsy de Especialista en Psicoterapia,Medalla de Oro Foro Europa 2001,Miembro de la Asociación EMDR-Europa,Psicoterapeuta acreditada por la Asociación Española de Terapia Cognitivo-Conductual-Social (ASETECCS) ,Licenciada en Psicología por la UNE