Todos en mayor o menor medida hemos oído hablar del término autoestima e incluso, solemos utilizarlo con relativa frecuencia en nuestro lenguaje cotidiano. Al unir el término autoestima a la individualidad como rasgo que caracteriza a nuestra sociedad, irremediablemente afloran conceptos como éxito social o pertenencia a un determinado colectivo.
Pero ¿Qué es realmente la autoestima? Robson define la autoestima como “el sentimiento de concepto y autoaceptación que procede de una valoración de alguien sobre su valor, significación, atractivo, competencia y habilidad para satisfacer sus propias aspiraciones”.
Bajo la palabra autoestima subyace la interpretación que hace el individuo sobre la propia concepción que tiene sobre sí mismo. Por tanto, hay mucho de subjetividad en lo que concierne a tal valoración. Este hecho provoca inevitablemente que quizás encontremos discrepancias en base a la verdadera realidad y lo que nosotros nos decimos sobre la misma. Podemos observar personas con relativo éxito profesional (grandes médicos, empresarios, estudiantes…) que sin embargo, si a cada uno de ellos le preguntáramos sobre cómo se valoran, podríamos observar ciertas discrepancias relativas a la percepción que ellos tienen sobre las metas u objetivos que han ido alcanzando en sus vidas.
Entonces ¿Cuáles son los factores que pueden afectar a tales interpretaciones individuales?
En primer lugar como en cualquier proceso psicológico hay que tener en cuenta la historia biográfica del individuo y su contexto más inmediato.
Factores que pueden predisponer a una baja autoestima:
- LA FAMILIA: una implicación adecuada por parte de los padres en la educación de sus hijos (ofreciéndoles calidad en sus intervenciones) sin llegar en ningún caso a la sobreprotección proporciona un entorno más adecuado para que los hijos puedan sentir que sus actitudes son validadas por sus progenitores y por ende, repercutiría favorablemente en su autoestima. Si no se transmite valoración a nivel familiar predispone a la baja autoestima.
- AMIGOS/ESCUELA/COMPAÑEROS: las experiencias tempranas conforman parte de nuestros recuerdos, en función del contenido de las mismas y de cómo nos hayamos enfrentado a ellas. En casos en los que ha habido acoso escolar, o simplemente nos hemos visto observados o juzgados por compañeros, amigos e incluso profesores, nuestra psique ha ido conformando determinados pensamientos que en nuestro día a día pueden aflorar “yo no valgo”, “no sirvo”, “el grupo no me quiere”, “no sé hacer nada”… estas afirmaciones, pueden convertirse en las creencias centrales de nuestras valoraciones y reglas de vida que conforman las distintas situaciones en la actualidad.
Factores que mantienen una baja autoestima:
Si valoramos los puntos que conciernen al momento presente, los elementos que mantienen actualmente una posible valoración negativa de nosotros mismo, un déficit en nuestra autoestima, no podemos olvidarnos que de todo lo mencionado en el punto anterior se van a derivar una serie de pensamientos automáticos negativos que nos acompañan en nuestro funcionamiento diario “no me va a salir”, “voy a suspender”, “no le voy a gustar…” de tal forma que nuestros éxitos pueden no ser interpretados cómo tales e incluso en algunas ocasiones. determinarán que no llevemos a cabo iniciativas nuevas o que esa falta de seguridad puede enraizarse reduciendo probabilidades de conseguir el éxito en nuestros objetivos.
Es decir, podemos conseguir objetivamente ciertos méritos (a nivel familiar, laboral, social…) pero si la percepción que nosotros tenemos de éstos, no se corresponde objetivamente con el hecho en sí, va a ser muy complicado que nuestra valoración sea finalmente correcta. Tanto ese modo de pensar cómo el modo en que actuaremos va a mantener nuestra baja autoestima.
¿Qué se puede hacer para mejorar la autoestima en el caso de que ésta sea baja?
A través de la guía y continuidad de un profesional se pretenden abordar distintos objetivos a la hora de conseguir la mejora de la autoestima del paciente (siempre habiendo realizado correctamente la evaluación oportuna y conveniente para conocer cuáles son las variables que predisponen y mantienen el problema según cada caso en particular):
- Conocer cómo funcionan los pensamientos negativos que afloran en su día a día. De qué tipo de creencias centrales y reglas de vida derivan y reprocesar correctamente las distintas experiencias que la persona ha podido vivir para que finalmente afloren otro tipo de pensamientos más adaptativos, creíbles y que nos puedan ayudar en nuestro quehacer a través de las distintas situaciones que nos rodean.
- Señalar objetivamente un listado sobre sus características (a nivel físico, de personalidad, habilidades y destrezas, competencias…) de tal forma que podamos discernir lo que considera positivo y negativo. En algunos casos nos quedará la aceptación de éstas y en otros podremos llevar a cabo acciones que favorezcan el cambio. Por ejemplo, tendremos que aceptar que somos más bajos o más altos, sin embargo, podemos hacer algo por cambiar nuestra forma de vestir que puede que nos disguste o incomode en mayor o menor medida.
- Generalmente en la persona que presenta una baja autoestima, hay una serie de habilidades que posiblemente no haya adquirido por su propia resistencia a la concepción de que puede hacer muchas cosas igual de bien que el resto. Por tanto, se hará hincapié en el trabajo de la asertividad, saber decir NO de forma adecuada, defender sus derechos e intereses, al igual que se trabajará en el afrontamiento de ciertas situaciones estresantes que impliquen rechazo o crítica por parte de los otros en los diferentes contextos ( de un compañero de trabajo, de un jefe , de un amigo, de un familiar…)
Finalmente me gustaría reseñar que la mejor forma de valorar el mundo y lo que nos rodea, es empezando por nosotros mismos…
Psicólogos en Madrid de Psicomaster
Psicomaster
“Nuestro equipo se compone de varios psicólogos en Madrid capital de orientación Cognitivo Conductual, Terapia de Aceptación y Compromiso, EMDR y Servicio de Psiquiatría. Un equipo de especialistas titulados con varios master de formación, experiencia y altamente cualificados.”
Hola q tal, quiero contarle mi caso: yo sufro de fobia social, yo tengo mucha vergüenza cuando salgo a exponer, cuando hablo con una chica, cuando voy a una fiesta, cuando hacemos trabajos en grupo, cuando voy al supermercado o cuando me encuentro con mujeres atractivas o me saludan, me pongo rojo mi cara y alunas veces sudo ya no se que hacer asta e pensado en dejar el estudio tengo 21 años soy de Perú :).
Hola Junior, la fobia social se supera con un tratamiento adecuado, te recomiendo que acudas a un psicólogo en tu país para trabajar estas dificultades. La fobia social suele originarse en personas que han aprendido a que les importe demasiado los que piensan los demás y suelen exigirse demasiado en su conducta social, quizás te haya ocurrido algo que te haya marcado cómo haber vivido o presenciado alguna situación embarazosa en la que lo pasaste mal y desde ese momento se haya desencadenado el problema.
No te preocupes, se supera con la ayuda adecuada, nosotros podemos ofrecerte terapia online si no encuentras a alguien en tu ciudad.
Ánimo y mis mejores deseos