La ira es una emoción básica y universal, que nos afecta a mayores y pequeños, y al igual que el resto de las emociones está sujeta a nuestros pensamientos, por ello no todos vivimos de igual manera las situaciones. Cada uno de nosotros interpretamos lo que ocurre a nuestro alrededor basándonos en nuestros propios esquemas de pensamiento o creencias.
¿Cuáles son los pensamientos más comunes asociados a la ira?
- LOS DEBERÍAS
Continuamente juzgamos el comportamiento de los demás, estos juicios se basan en un conjunto de reglas de cómo debería o no debería actuar la gente. Así pensamos que las personas que se comportan de acuerdo con nuestras normas son buenas y las que no, están equivocadas, o son malas. Damos por sentado que la gente debe conocer y aceptar nuestras reglas y cuando las rompen lo interpretamos como una ruptura deliberada de lo que es correcto.
Una estrategia para combatir esto es PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO (empatía).
- LOS CONDICIONALES (Si…)
Pensar de manera condicional es: “Si me quisiera saldría conmigo a pasear”, “Si fuera un buen amigo me prestaría su coche”, “Si ellos valorasen mi trabajo me darían un sueldo mejor”, etc. Pero lo cierto es que no siempre los demás van a satisfacer nuestras necesidades totalmente. Por ello sería más adecuado pensar que cuando alguien no actúa como esperamos no significa que no nos aprecie, que no nos tenga en cuenta, etc., hemos de entender que las necesidades de los demás son tan legítimas como las nuestras y que podemos negociar las cosas para lograr nuestros objetivos.
- PENSAR QUE LIBERAR LA IRA ES BUENO
Se basa en la creencia de que la gente que nos hiere o causa dolor debe recibir un castigo. Funciona como una especie de revancha para cualquier injusticia percibida. La creencia implícita es que uno no es responsable de su dolor, son los otros los que nos hacen daño. Pero esto no es así porque somos responsables de nuestras emociones, exteriorizar la ira de forma inadecuada destruye las relaciones y no nos permite conseguir lo que queremos, lo único que produce es frialdad, alejamiento y más ira a cambio.
En las situaciones en que algo nos moleste, en lugar de liberar la ira, podemos utilizar el comportamiento asertivo para pedir de forma adecuada un cambio de conducta en la otra persona. Por tanto, no se trata de “tragarse” en el enfado, más bien de esperar el momento adecuado donde podamos expresarnos bien, sin ningún comportamiento agresivo.
- CULPABILIZADORES
Muy parecido al anterior, cuando alguien nos ha hecho daño y le echamos la culpa a esa persona. La culpabilización hace que nos enfademos, que sintamos “ira” porque el responsable de nuestro sufrimiento es otra persona. El problema de la culpabilización es que responsabilizamos a los demás de nuestra ira y además, creemos que todo el mundo deliberadamente podría hacer que sintiéramos ira.
Estas formas de pensar pueden modificarse puesto que son aprendidas, y la reestructuración de estas ideas o creencias nos ahorraría muchos momentos de sufrimiento.
Artículo de Marta Bermejo Victoriano (Psicólogos Especialistas de Psicomaster)
Centro de Psicología Psicomaster
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Estoy cerca de los 60 años y un poco disconforme con algunos aspectos de mi vida.. inicié una nueva etapa de reconstrucción emocional y realmente sus artículos me sirven muchisimo
Bienvenida Gloria,
Nos alegra mucho que te sean útiles nuestros artículos. Muchas gracias por tu comentario