La realidad no tiene filtros: los adolescentes y las redes sociales

El ritmo y la forma de comunicarnos ha cambiado.  Por eso es importante que entendamos lo que supone para la socialización y la autoestima crecer y desarrollarse en las redes sociales.  Vamos a evaluar los riesgos de sobreutilizar este medio o hacerlo de forma excluyente a otras interacciones. No olvidemos que las nuevas herramientas no son malas ni buenas en sí mismas, todo depende de cómo las utilicemos.

¿Qué diferencia a un adolescente de un adulto?

Para entender el impacto de las redes sociales en el desarrollo adolescente es necesario conocer ciertas características de esta etapa.  No podemos pretender que los adolescentes se comporten como adultos porque no lo son.  Viven los eventos diarios (positivos y negativos) con una intensidad mayor, dándoles una relevancia desmedida.  A relativizar y racionalizar aprendemos con el tiempo y la práctica. Son muy impacientes y su conducta está guiada fundamentalmente por las consecuencias inmediatas, no es fácil en ese momento de nuestras vidas pensar en el futuro y decidir en consecuencia.  Desean y buscan la aprobación de sus iguales y la sensación de pertenencia al grupo, o bien de las personas de su generación que les rodean o bien “ídolos” que representan características deseables.

¿Qué riesgos tienen las redes sociales para la socialización del adolescente?

• No generan conductas nuevas en contextos nuevos. Si el ordenador o teléfono móvil es el vehículo a través del cual me relaciono (sea para jugar online, hablar con amigos, conocer personas del sexo opuesto, seguir a mis ídolos, encontrar personas que compartan mis ideas…), puedo hacer todo ello sin aprender recursos nuevos de interacción por lo que me prepara menos para ser eficaz en situaciones sociales diferentes. Esta eficacia se adquiere con la práctica.
• Resta tiempo a otras actividades. Si centro la socialización y el ocio en las redes sociales y nuevas tecnologías, dedicaré menos tiempo a otras actividades (ocio al aire libre, deporte, turismo, lectura…).  Cuanto más diversificadas estén las fuentes de gratificación más resistente es nuestro bienestar.
• Favorece la evitación de relacionarse cara a cara. Son muchos los adolescentes a los que les cuesta y temen relacionarse y ser rechazados o “hacerlo mal”, cuando este miedo conduce a evitar situaciones sociales, el problema se mantiene o se agrava (fobia social).  Las redes sociales facilitan que estas personas tengan la sensación de pertenencia a un grupo sin necesidad de relacionarse y, por tanto, sin aprender a hacerlo y perder ese miedo.

¿Qué riesgos tienen las redes sociales respecto al bulling?

El bulling trasladado a nuestros teléfonos.  Los adolescentes son más susceptibles tanto de padecerlo como de ejercerlo.  Es importante saber por qué para prepararlos y prevenir que suceda cualquiera de las dos cosas.

• Dota de una sensación de impunidad a las consecuencias, se puede insultar o amenazar, sin ser penalizado.
• Normalización de conductas dañinas. Al encontrar un grupo de personas atacando e hiriendo a otra (bien una persona famosa, bien alguien de tu colegio…) se normaliza este comportamiento y otras conductas dañinas y poco adaptativas y lo hacen sentir “parte de un grupo” aunque sea a través del odio.
• Despersonalización. Al no observar la reacción de la persona atacada, la empatía se ve reducida, como si esa persona estuviera protegida (no es así, simplemente  no ve su dolor).  Esto hace que adolescentes que no humillarían a un compañero o compañera en clase, sí puedan hacerlo en una red social.
• Viralización. El bulling  en la red tiene mayor alcance, es más público y más permanente. Una persona puede sentirse acosada mientras está dentro de su casa lo cual agrava la sensación de desprotección.

¿Qué riesgos tienen las redes sociales para la autoestima?

• Aprobación instantánea y masiva. Mostrando una actitud, imagen o pensamiento, se puede obtener aprobación instantánea y contabilizarla con seguidores o likes.
• Moldeamiento de quién soy y cómo me muestro. Si busco la validación de mis seguidores, serán estos quienes vayan guiando mi comportamiento. No irá en mi propio beneficio ni llevaré yo las riendas.
• Autoestima dependiente de la validación externa. Lo cual hace que sea una autoestima muy inestable y mi estado de ánimo dependa de los demás.  Me centraré más en mejorar mi perfil que mi persona y cada vez haré más cosas para conseguir likes.  Puede llevarme a sentir que les gusta alguien que no soy yo.
• Comparación con los demás. Si considero que lo que enseñan los demás en las redes sociales es la realidad, al compararlo con mi vida siempre saldré perdiendo.
• Sensación de compañía ficticia. Puedo tener muchos seguidores que me hagan sentir acompañado, pero no estarán en caso de necesitarlos ni estoy construyendo vínculos de amistad.
• Devaluación de las interacciones sociales en vivo. Si se dan las circunstancias anteriores es posible que al quedar con amigos y hacer planes, ponga más el foco en la foto para contarlo que en disfrutarlo mientras ocurre.

¿Qué ventajas tienen las redes sociales en la adolescencia?

• Diversificar la comunicación. Si se utilizan como complemento a otras formas de relacionarse aporta estrategias extra y por tanto aprendizajes complementarios.
• Acceso al conocimiento. Es un camino útil de acceso a la información que, aprendiendo a filtrar la veracidad de la misma, amplía la formación y desarrolla el espíritu crítico, adquiriendo el hábito de  contrastar diversas fuentes.
• Desarrollo de la tolerancia. Permite el acceso a población con situaciones personales, sociales y contextuales distintas a la nuestra.  Acompañado de una educación basada en la inteligencia emocional, facilita la aceptación y valoración de la diversidad. Esta tendencia ya se puede observar parte de la generación actual de adolescentes.
• Acceso a información de actualidad. Adolescentes que no compran un periódico tienen acceso, aún sin pretenderlo, a noticias de actualidad a través de Twitter y otras redes sociales.
• Viralización de la solidaridad. Desde casa se puede conocer, apoyar y difundir iniciativas solidarias que hagan más comprometido y concienciado al adolescente.
• Contacto con familiares y amigos que viven lejos.

Las redes sociales han venido para quedarse. Hemos de conocer su funcionamiento, riesgos y beneficios para usarlas de forma equilibrada, adaptativa y saludable.  De esta forma podremos acompañar y enseñar a los adolescentes a protegerse de los peligros que puede suponer para que esta nueva forma de relacionarse sea complementaria y beneficiosa.

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