Independientemente del problema psicológico que traiga a un paciente a sesión, son muchas las veces que la demanda va acompañada del objetivo “tener más autoestima”, “quererme más”. Se ha popularizado tanto el término que su descripción es ambigua, casi mitológica. Para cambiar o aprender algo es necesario entender qué es y cómo funciona.
Que NO es la autoestima
- No es innata. No nacemos y el médico dice a nuestros padres “es niño, 3.5kg y autoestima alta”. Se va construyendo a lo largo de nuestra historia de aprendizaje.
- No es inalterable. Va cambiando a lo largo de nuestra vida, es distinta en función de la racha que tengamos, incluso cambia de un día a otro. A menudo es percibida como una característica interna e inalterable porque algunos de nuestros comportamientos y sus resultados nos acompañan durante años (los consideramos nuestra “personalidad”, parte de nuestra identidad). Eso no quiere decir que no podamos modificarlos si no son saludables para nosotros.
- No es global. Podemos tener una autoestima muy alta con respecto a los estudios y muy baja en las relaciones personales, o al revés. Puede ser alta o baja “en general” pero nunca es absoluta.
- No es la causa de cómo nos comportamos sino la consecuencia. Es decir no “me comporto así porque tengo la autoestima baja” sino que “tengo la autoestima baja porque me comporto así”. Esta diferencia es fundamental para entender cómo puedo cambiar mi autoconcepto.
¿Cuándo me comporto con autoestima alta?
Cuando al aproximarme a una situación y contexto anticipo un resultado positivo, entonces mi comportamiento será el de una persona con elevada autoestima (al menos en esa área). Por ejemplo, “creo que voy a sacar buena nota en el examen de mañana”, “seré capaz de conquistar a esa persona”, “cuando vaya a la fiesta voy a caer bien”…
La anticipación depende de mis experiencias previas de éxito o fracaso en situaciones similares, estas hacen que mi autovaloración en ese contexto sea o no favorable.
¿Cómo modifico mi autoestima?
- Cambiando mi comportamiento y así sus consecuencias. De esta forma, al repetirse un resultado exitoso será esto lo que anticipe.
- Entrenando las estrategias de afrontamiento necesarias. En otras palabras, aprender a comportarme de otra forma.
- Identificar en cada ocasión qué ha salido mal y por qué para aprender a cambiarlo.
- Atribuir los éxitos y los fracasos de manera realista. Una señal clara de baja autoestima es atribuir el éxito a factores externos y el fracaso a factores internos. En caso de que me sea difícil hacerlo, puedo preguntarme “¿Qué le diría a un amigo en esta situación?” ya que solemos ser más racionales con los demás que con nosotros mismos.
Incorporar herramientas nuevas a nuestra forma de comportarnos y de pensar, no siempre es sencillo, solemos recurrir a la ayuda de un profesional para hacerlo. Hasta que nos decidamos a dar ese paso hay algo que podemos empezar cuanto antes:
- Hacer cosas que supongan cuidarme. Cuidamos a las personas que valoramos y queremos, no puedo esperar tener una autoestima alta si no me trato bien. Para ello es necesario:
- Hablarme bien. Al menos tanto como a esas personas a las que valoro.
- Responder a la pregunta “¿Qué es mejor para mí?” cuando voy a tomar alguna decisión (grande o pequeña).
- Al recordar o resumir el día tener en cuenta los momentos buenos que ha tenido (por pequeños que sean). Para que se convierta en un hábito podemos hacer una lista antes de acostarnos con esos momentos agradables.
- Buscar espacios para hacer cosas que me gusten (y poder apuntar en esa lista diaria).
- Hacer ejercicio, cuidar la alimentación, llevar una vida saludable.
Muchas de estas cosas podemos empezar hoy mismo a ponerlas en práctica para tomar las riendas de nuestro bienestar y nuestra autoestima.
Autora Luisa Pilar Modroño
¿Te ha parecido interesante este artículo? Puedes darnos tu valoración:
Psicomaster
“Nuestro equipo se compone de varios psicólogos en Madrid capital de orientación Cognitivo Conductual, Terapia de Aceptación y Compromiso, EMDR y Servicio de Psiquiatría. Un equipo de especialistas titulados con varios master de formación, experiencia y altamente cualificados.”