Hemos querido incluir en este apartado los principales problemas en la escuela que, como expertos psicólogos infantiles en Madrid, trabajamos, a los que se enfrentan algunos niños y adolescentes y que hacen su aparición cuando los menores está inmersos en el ámbito escolar.
Descripción, causas y tratamiento del fracaso escolar
Una de las cuestiones que más preocupan a los padres, los profesores y la sociedad en general, es el fracaso escolar. Sin duda el elevado número de alumnos que fracasan en el aprendizaje escolar es uno de los problemas más importantes con los que se enfrentan los países modernos.
Uno de cada cuatro españoles no tiene éxito en su intento de superar las pruebas que se realizan en la escuela y otros muchos aprueban con mucha dificultad. El fracaso escolar en España es muy superior a la media Europea.
Hablamos de fracaso escolar cuando un niño no es capaz de alcanzar el nivel de rendimiento medio esperado para su edad y nivel pedagógico.
Las causas son múltiples, pero podríamos englobar las más frecuentes en tres apartados:
- Trastornos de aprendizaje: destacando en importancia la dislexia.
- Factores afectivos-emocionales: depresión, baja autoestima, trastornos de ansiedad, situaciones estresantes: muerte o enfermedad de un ser querido, abandono, separación, estilo educativo de los padres, etc… .
- Déficit de habilidades, estrategias y metodología de estudio adecuadas: El niño o adolescente no sabe estudiar de un modo eficaz.
Otro factor que está incidiendo en el fracaso escolar es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) la prevalencia de este trastorno está en torno al 10%.
Dado que el abanico de causas es muy amplio, es esencial realizar una evaluación detallada del niño y su entorno para determinar el tratamiento más adecuado.
Tratamiento del fracaso escolar
El psicólogo infantil debe trabajar los problemas que se deriven de la fase de evaluación, interviniendo con el niño, los padres y profesores en un proceso de interacción continuo.
Al margen del trabajo de los trastornos de aprendizaje o emocionales que en cada caso procedan, hemos visto la importancia de dotar al niño de técnicas y estrategias que le permitan aprender eficazmente a través de técnicas de estudio, con el objetivo de desarrollar en el niño/adolescente una sensación de competencia y afrontamiento que incidirá positivamente en su autoestima y motivación para el cambio.
Causas y abordaje de los problemas de conducta en el aula
La desobediencia y la conducta agresiva en la escuela son dos de las principales quejas de padres y educadores en la clínica infantil, apareciendo con frecuencia unidos los dos tipos de problemas.
Estas conductas surgen en la interacción entre el niño y las figuras de autoridad, de modo que para trabajarlas es importante evaluar e intervenir sobre la conducta de los padres o educadores y sobre la del niño.
La conducta se aprende, de modo que algunos niños aprenden a obedecer y a comportarse de forma adecuada y otros aprenden a desobedecer y a resolver ciertas situaciones de forma agresiva.
La terapia para los problemas de conducta infantil va dirigida a modificar esos hábitos aprendidos y a reemplazarlos por otros más adecuados y saludables. Para ampliar información consulte también el apartado de problemas de conducta infantil.
Tratamiento de los problemas de conducta infantil en el aula
Las estrategias más utilizadas son:
- Psicoeducación para padres y profesores: proporcionando información y pautas de actuación ante las conductas negativas.
- Estrategias operantes: reforzamiento, extinción, pérdida de refuerzos, tiempo fuera y economía de fichas que tienen como objetivo fomentar el aprendizaje de comportamientos adecuados y lograr el descenso en la frecuencia de aparición de conductas alteradas
- Entrenamiento en habilidades sociales: cuando el comportamiento inadecuado del niño se explica o se ve influido por un déficit de estas habilidades. Estas habilidades se entrenan de forma individual o en pequeños grupos de niños de edades similares mediante nuestro grupo de habilidades sociales para niños y adolescentes.
Detectar y trabajar el acoso escolar
Se define como una forma de violencia mantenida, mental o física, que parte de un escolar o de un grupo, contra otro escolar. El acoso escolar puede ir desde la agresión física y verbal hasta la exclusión social produciendo un gran nivel de sufrimiento y consecuencias psicológicas importantes.
Es difícil explicar cómo se inicia un proceso de acoso escolar, ha pasado de ser contemplado como un fenómeno circunstancial propio de la inmadurez de las relaciones entre niños y adolescentes a convertirse en una cuestión altamente preocupante por la alta incidencia con que se está produciendo. La edad de mayor riesgo se sitúa entre los 11 y los 15 años, porque es cuando más cambios se producen, al pasar del colegio al instituto. Casi un 6% de los alumnos españoles han experimentado acoso escolar.
El agresor escolar tiene un perfil de agresividad y déficit de habilidades sociales, baja autoestima, baja capacidad empática, dificultades escolares, conductas desadaptadas y situaciones de acoso y violencia entre los compañeros.
La víctima de acoso escolar, habitualmente, tiene algunas características concretas que se exponen a continuación:
- Personalidad insegura
- Baja autoestima (causa y consecuencia del acoso)
- Alto nivel de ansiedad
- Déficit de habilidades sociales
- Timidez
- Comienza a tener trastornos psicológicos (depresión, ansiedad, somatización)
- Más frecuentemente varón
- Menos fuerte físicamente
- Rasgos físicos (gafas, obesidad, color de pelo, raza diferente…)
- Sobreprotección familiar o dependencia
- Mayor dificultad para hacer amigos
- Menos populares de la clase (pobre red social)
Las consecuencias del acoso escolar son numerosas y graves: fracaso y dificultades escolares, alto nivel de ansiedad, miedo a ir al colegio, déficit de autoestima, cuadros depresivos, intentos de suicidio, autoimagen negativa, desesperanza e indefensión.
La mayoría de las veces los padres y profesores son los últimos en enterarse de lo que les ocurre, la vergüenza o el miedo a las represalias provocan que lo oculten.
Indicios que pueden ayudar a los padres a detectar acoso escolar
- Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor
- Tristeza, llantos o irritabilidad
- Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito
- Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos
- Pierde o se deterioran sus pertenencias escolares o personales de forma frecuente
- Aparece con golpes, hematomas o rasguños
- No quiere salir, ni se relaciona con sus compañeros
- No acude a excursiones, visitas, etc…, del colegio
- Quiere ir acompañado a la entrada y a la salida
- Se niega o protesta para ir al colegio
No sólo la victima requiere tratamiento, sino también el/los agresores ya que en el acoso escolar ambos sufren consecuencias que, en el caso del agresor le predispone a agresividad en el futuro y al potencial desarrollo de conductas de maltrato en la vida adulta.
Es necesario intervenir en el ámbito escolar, familiar e individual para resolver este grave problema.
Tratamiento del acoso escolar
El primer objetivo será lograr que cese el acoso, interviniendo en el medio escolar y familiar, según las pautas que proporcionará el psicólogo infantil. Paralelamente habrá que trabajar las múltiples consecuencias psicológicas que produce este tipo de acoso para restablecer la autoestima y la confianza de la víctima, dotándole también de estrategias de afrontamiento adecuadas para disminuir las posibilidades de sufrir futuras agresiones y trabajar las conductas desadaptadas del/los agresores.
¿Qué es la fobia escolar?
La fobia escolar, se caracteriza por un rechazo prolongado a ir al colegio debido a temores relacionados con la situación escolar, se acompaña de una respuesta de ansiedad y molestias somáticas. Se adquiere generalmente por experiencias negativas que experimenta el niño o que observa en otros en la situación escolar, puede ser con un profesor, con alguna actividad que realiza como educación física, con alguna asignatura difícil… La fobia escolar también se puede relacionar con el miedo a determinadas situaciones sociales o con abusos de otros niños o acoso escolar. Es importante distinguir la fobia escolar de la ansiedad de separación en la que el temor es a alejarse de los padres, ésta suele ocurrir en niños más pequeños al inicio del colegio o guardería.
El miedo ante los exámenes puede llegar a constituir también una fobia, relacionada con el miedo al fracaso.
Tratamiento de la fobia escolar y miedo ante los exámenes
La fobia escolar y el miedo ante los exámenes se trabajarán, al igual que los anteriores junto con los padres y, si es posible los profesores.
El tratamiento dependerá de las causas que originan y precipitan, en general, incluirá exposición gradual, reforzamiento diferencial, técnicas para manejar la ansiedad, trabajo con las creencias erróneas. En algunos casos se combina con entrenamiento en habilidades sociales.
La fobia escolar y el miedo ante los exámenes constituyen problemas de ansiedad y se incluyen dentro del apartado de fobias específicas, puede consultar información sobre la ansiedad en niños en nuestro apartado de ansiedad infantil.