La autoestima, por definición, es el aprecio o consideración que tenemos de nosotros mismos. Cuando la valoración que hacemos de nosotros mismos es negativa podemos hablar de una baja autoestima. Y ¿qué relación tienen la baja autoestima y la ansiedad?
La baja autoestima puede relacionarse con varias emociones y síntomas negativos, aquí nos centraremos en ver cuál es su relación con la ansiedad.
Ambos aspectos se retroalimentan, es decir, la baja autoestima puede hacer que tengamos ansiedad, y padecer ansiedad también puede hacer que nuestra autoestima se vea dañada. Según esto, si trabajamos la ansiedad mejoraremos en autoestima y confianza en uno mismo.
En realidad, cualquier problema a nivel psicológico, con el tiempo, va a afectar a la autoestima. El dolor y el sufrimiento hacen que nos veamos y sintamos muy vulnerables, que creamos que no somos capaces o que hagamos autoevaluaciones negativas que harán que nos sintamos muy mal.
Por ello, en cuanto a qué relación tienen la baja autoestima y la ansiedad, es muy importante que cuidemos la manera de vernos, y este es un aspecto que trabajamos con especial atención en terapia psicológica, ya que es fundamental que busquemos nuestro bienestar y salud mental a través de una buena visión de nosotros mismos.
Todos tenemos un autodiálogo interno, y dependerá mucho de la forma en que nos hablemos, cómo nos vamos a sentir. Cuando somos demasiado autocríticos y nos reprochamos cosas constantemente nos sentiremos inseguros, y esa inseguridad creará dudas sobre nuestra capacidad y habilidad para determinadas cosas. Aquí podemos estar ya muy cerca de la ansiedad.
Para entender mejor qué relación tienen la baja autoestima y la ansiedad, nos detendremos en los aspectos que influyen en esta relación.
El perfeccionismo y la baja autoestima y ansiedad
O también la tendencia a la autoexigencia. Tener la idea de que no vamos a ser capaces de hacer las cosas mejor, que no llegaremos a tiempo, o que lo haremos mal, tener miedo al error y a equivocarnos hará también que retrasemos cosas, que no las llevemos a su fin por ese miedo a que no estén bien. Imaginaos la sensación tan desagradable que esto produce. Pues bien, esta sensación es la ansiedad. Ese conjunto de pensamientos, formas de comportarnos y emociones que pueden llegar a bloquearnos.
A veces aprendemos, de manera equivocada y disfuncional, que hacer las cosas “perfectas” es una buena forma de obtener la valoración de los demás y valorarnos a nosotros mismos. La realidad es que esta idea producirá sufrimiento y baja autoestima, y la ansiedad correspondiente por lo que implica pensar así.
El miedo al rechazo
El temor constante a no ser aceptados o queridos produce altos niveles de ansiedad, y es un indicativo sin duda de baja autoestima. Lo que hemos vivido desde pequeños, en relación al apego familiar, y nuestras relaciones sociales influirá en si nos vemos fuertes y tenemos un buen concepto de nosotros mismos, o todo lo contrario. En cuanto a qué relación tienen la baja autoestima y la ansiedad, aquí tenemos otro aspecto importante.
El pensamiento negativo
El estilo de pensamiento es una fuente de malestar importante si se trata de un estilo negativo. La tendencia a ver la realidad de manera pesimista e interpretar las situaciones y acontecimientos de la vida de manera exagerada, catastrófica, filtrando solo los datos negativos minimizando los positivos, etc., contribuye directamente en tener una idea negativa también de nosotros mismos, generando sentimientos de ansiedad e indefensión. La indefensión es lo que se siente cuando creemos que no podemos hacer nada para evitar cómo son las cosas, cuando tendemos a pensar que “las cosas son así”.
Procrastinar, dejar las cosas para mañana
Todo lo que explicamos en los párrafos anteriores hacen, muy probablemente, que tendamos a la procrastinación, y ¿qué significa esto? Pues se trata de dejar todo aquello que nos cuesta afrontar y resolver por algún motivo, para más adelante, pensando que hay cosas que se resolverán mágicamente con el tiempo, que ya las resolverá alguien, etc. Esto pasa por tener miedo a hacerlo mal, por creer que las cosas son más difíciles de lo que son en realidad, ya que las vemos inmensamente complicadas, y pensamos que nos va a suponer un verdadero esfuerzo y sufrimiento afrontarlas. De nuevo vemos aquí qué relación tienen la baja autoestima y la ansiedad.
¿Qué podemos hacer para mejorar y sentirnos bien?
Una buena forma de empezar a solucionar los problemas que causa la relación que tienen la baja autoestima y la ansiedad, es mejorar nuestra autopercepción y autovaloración.
Pautas para sentirte mejor
Centrarnos en mejorar la visión que tenemos de nosotros permitirá que nos empecemos a sentir más fuertes, más capaces de enfrentarnos a todo aquello que nos suponía un coste emocional, y a entender que aunque nos cueste, podemos hacerlo, aprender de ello y poco a poco sentir menos miedo al error o la equivocación.
Es muy importante trabajar para ver el error como fuente necesaria de aprendizaje, no como fracaso. Esto último es lo que alimenta la baja autoestima e impide que lo afrontemos de manera adecuada. Cuando perdemos el miedo a equivocarnos, y lo hacemos fundamentalmente porque nos falta información para hacerlo mejor, mejoraremos en autoestima, nos aceptaremos mejor y podremos desenvolvernos de manera eficaz.
Todo esto influirá en manejar mucho mejor nuestra ansiedad, e incluso, desaparecerá en muchas situaciones, porque ya habremos desasociado nuestro pensamiento negativo debido a la baja autoestima, de aquellas situaciones que nos generaban ansiedad. Y empezaremos a tener un pensamiento ajustado a la realidad y funcional.
Pedir ayuda para realizar estos cambios es lo más conveniente. Vamos a necesitar que se nos oriente para modificar nuestra forma de ver la realidad y que se nos ayude con las herramientas adecuadas para afrontar y resolver la ansiedad.
En Psicomaster somos especialistas en el tratamiento de la autoestima y el tratamiento de la ansiedad, y estaremos encantados de ayudarte a resolver tus dudas y poder conseguir un nivel óptimo de bienestar y salud emocional.
Autora: Marta Bermejo Victoriano (Psicóloga de Psicomaster)
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