Los trastornos de alimentación son cada día más frecuentes y preocupantes en nuestra sociedad, sobre todo por las edades tempranas a las que se producen.
La delgadez se ha convertido en el ideal de belleza, aumentando así la preocupación por el aspecto físico: dietas, gimnasios, masajes, cremas adelgazantes, pastillas, comida light… , nos transmiten la idea de que la delgadez es moda, y que con ella obtendremos éxito.
¿Significa esto que cualquier persona podría padecer un trastorno de alimentación? Afortunadamente no. Para que una persona desarrolle un trastorno de alimentación deben darse una serie de factores relacionados con las características psicológicas del individuo, el contexto social y familiar y los acontecimientos vitales.
¿Cómo prevenir la anorexia y la bulimia u otros trastornos de la alimentacion?
Dado que la anorexia y la bulimia se dan con más frecuencia en la adolescencia y la juventud, el papel de la familia es fundamental en la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad.
Ante los trastornos de la alimentacion, no debemos limitarnos a observar los comportamientos de nuestros hijos ante la comida sino preocuparnos por los aspectos de su vida que pueden estar resultándoles difíciles. Es importante dejar que expresen sus sentimientos negativos, para que así no lo tengan que hacer por medio de la comida.
También tenemos que aprender a valorarnos por cualidades distintas al físico, como la empatía, generosidad, habilidades sociales y desarrollar un sentido crítico a los mensajes enviados por los medios de comunicación.
¿Cómo actuar si detectamos trastornos de la alimentacion?
Si creemos que un hijo, un familiar o un amigo está padeciendo un trastorno de este tipo, lo mejor que podemos hacer es hablarlo directamente con él. Sería normal que a la persona afectada le costara hablar del tema, o incluso que llegue a negar su problema. Por ello, debemos intentar ponernos en su lugar y tratar de entender cuáles son sus miedos y preocupaciones y nunca culparle por lo que le está ocurriendo. Es importante prestar atención a los aspectos de su vida que puedan estar siendo difíciles, de ese modo le transmitimos apoyo y es importante para su autoestima y para favorecer que se deje ayudar. También es importante que recibamos información profesional sobre cómo ayudarles. A las personas que tienen trastornos de la alimentacion como anorexia o bulimia, el miedo a engordar les controla, así como la dieta y ya no son dueños de su vida, ni de sí mismos. Si utilizan laxantes, vomitan, hacen ejercicio compulsivo y dietas muy restrictivas todo esto les va generando cada vez más obsesión. No son culpables, se trata de una enfermedad muy tramposa y engañosa.
Es importante obtener una información suficiente sobre el trastorno para poder ayudarles a vencer esos miedos, comprender su trastorno es importante para actuar de un modo adecuado. Intentaremos entonces persuadirle de la conveniencia de acudir a un profesional que en coordinación con la familia, le ayudará a superar su enfermedad.
Si detectamos el trastorno en nosotros mismos, debemos buscar ayuda cuanto antes para evitar que los síntomas puedan cronificarse o generalizarse.
Descripción y síntomas de anorexia
La anorexia nerviosa consiste en una pérdida voluntaria de peso y un intenso temor a engordar. Experimentan sentimientos de desagrado con su propio cuerpo, problemas para reconocer la sensación de hambre y saciedad y pueden sentirse hinchadas o tener nauseas después de haber comido muy poco.
Los principales síntomas de la anorexia son:
- Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del mínimo normal para su estatura y edad, llegando en ocasiones a la delgadez extrema
- Miedo intenso a engordar, incluso cuando el peso es muy bajo
- Sensación de estar gordo/a, o de que algunas partes de su cuerpo están gordas (nalgas, muslos, abdomen…). Pueden estar realmente delgados/as y seguir viéndose gordos/as ante el espejo
- Lanugo (aumento del vello)
- Ejercicio físico excesivo
- Conducta alimentaria extraña (comer de pie, cortar los alimentos en trozos pequeños, esparcirlos por el plato, revolver la comida o secarla para evitar la grasa)
- Episodios de bulimia (comida compulsiva), provocación del vómito y uso de laxantes
- Aumento de las horas dedicadas al estudio y disminución de las horas de sueño
Descripción y síntomas de bulimia
La bulimia nerviosa se caracteriza por la realización de atracones recurrentes. El atracón consiste en la ingesta de una gran cantidad de alimentos en un corto periodo de tiempo. Para impedir ganar peso tras el atracón, la persona utiliza distintos mecanismos como la provocación del vómito, la utilización de laxantes y diuréticos, ayuno, y ejercicio excesivo.
Los síntomas más comunes de la bulimia son:
- Preocupación obsesiva por la comida, con deseos irresistibles e incontrolables de comer, haciéndolo de forma voraz en un corto periodo de tiempo y generalmente a escondidas
- Peso normal o ligero sobrepeso
- Vómitos autoprovocados
- Menstruación irregular
- Abuso de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos
Todo ello puede provocar en la persona una serie de consecuencias:
Lesiones en las manos debidas a la provocación del vómito, diarreas y vómitos incontrolables, oscilaciones en el peso, depresión, amenazas de suicidio, obsesión por la comida, baja autoestima y aislamiento social.
Entender la obesidad
En la actualidad, una de las mayores preocupaciones de los profesionales de la salud es el incremento de la obesidad.
Diversas investigaciones muestran que el exceso de peso es un factor de riesgo tanto para desencadenar enfermedades como, posiblemente, para elevar las tasas de mortalidad.
La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal innecesaria. A nivel clínico, existe el acuerdo bastante generalizado de considerar a una persona como obesa cuando excede el 20% de su peso ideal, en función de su talla, complexión, sexo y edad.
En la mayoría de casos, la obesidad se produce por una ingesta excesiva, por un déficit de consumo energético o por ambos factores. Las investigaciones realizadas extraen como conclusión que la ingesta excesiva está inducida por estados emocionales de ansiedad y estrés y las terapias psicológicas están mostrando resultados positivos en su tratamiento, sólos o en combinación con el abordaje médico.
¿Qué es el trastorno por atracón?
Este trastorno se ha tenido en poca consideración hasta el momento en la literatura sobre trastornos de alimentación, pero empieza a ganar relevancia debido a la observación clínica de numerosos pacientes que manifiestan síntomas que, aún estando a caballo entre la obesidad y la bulimia, parecen tener claros componentes diferenciadores.
Los estudios realizados inicialmente por Fairburn y Garner (1986) y posteriormente por Williamson y col. (publicados desde 1988 hasta la actualidad), nos muestran que nos encontramos ante otro tipo de trastorno de Alimentación.
El trastorno por atracón o sobreingesta compulsiva se caracteriza por episodios repetitivos de voracidad (“atracones”) durante un periodo determinado de tiempo, que se reconocen como patrones alimentarios anormales y le generan al individuo el sentimiento de no poder controlarlos voluntariamente. Generalmente tienen sobrepeso, pero se diferencian de los obesos en que no necesariamente emplean procedimientos drásticos para perder peso, no hacen dietas severas, ni tienen insatisfacción con su imagen corporal como presentan las pacientes con anorexia y bulimia.
Así, el trastorno por atracón se define siguiendo los siguientes criterios:
- Episodios recurrentes secretos de voracidad (“atracones”)
- Consumición de alimentos con alto contenido calórico durante un “atracón”
- Esfuerzos repetidos de seguir una dieta y frecuentes fluctuaciones de peso
- Reconocimiento de que los hábitos alimentarios son anormales y están fuera de control
- Afecto negativo antes y/o después de un episodio de voracidad
- Ausencia de métodos extremos para perder peso (p. ej. purgarse)
- Ausencia del temor exagerado a ganar peso
Tratamiento psicológico de los trastornos de alimentación
La elección del tratamiento, una vez diagnosticado el trastorno de alimentación, va a depender de las características personales, su gravedad, y el tipo de enfermedad que padece. La intervención de los trastornos de alimentación es compleja y se va llevar a cabo en tres niveles: psicológico, médico y familiar.
Muy resumidamente algunos de los objetivos a trabajar en los trastornos de alimentación, serán los siguientes:
- A nivel psicológico: Crear una buena relación terapéutica con el/la paciente para su cooperación, modificación de actitudes hacia la apariencia corporal, comida y peso, mejorar su autoestima para aumentar la seguridad en sí misma… Se utilizan técnicas de exposición gradual con prevención de respuesta, psicoeducación, tratamiento de las creencias distorsionadas sobre el cuerpo y el peso, intervención con las conductas que mantienen el problema… El tratamiento psicológico no se realiza igual para todas las personas, sino que debe adaptarse a las características y peculiaridades de cada paciente en una intervención personalizada.
- A nivel médico: Establecimiento de hábitos de comida y peso saludables, desaparición de los episodios de bulimia, …
- A nivel familiar: Informar a la familia sobre el tipo de conducta a realizar ante determinados comportamientos, modificar las relaciones familiares,…