Hoy en día es un tema que preocupa mucho a padres, profesores y profesionales de la educación y de la clínica.
El fracaso escolar engloba aquellas dificultades tanto del alumno como del sistema en general. ¿Por qué debe preocuparnos?
- la escasa formación y la no titulación hace que los jóvenes estén en desventaja laboral futura
- aumenta el riesgo de exclusión social
- mayores dificultades para resolver las exigencias sociales
- menores competencias básicas para la vida
- menor nivel cultural
Principales causas del fracaso escolar
Personales: falta de motivación e interés, baja autoestima, falta de expectativas,
autoconcepto negativo, conducta inadaptada y/o comportamiento disruptivo, dificultades de aprendizaje.
Familiares: estructura familiar, altas exigencias familiares, nivel educativo de los padres, problemas económicos.
Sociales: lugar de residencia, contexto social, interacción social.
Educativos: no atender correctamente las necesidades que presenta el alumno, rigidez escolar, bulling o acoso escolar.
Es muy importante a la hora de detectar las dificultades, que de no tratarse podrían llevar al fracaso escolar, que exista colaboración entre el colegio, los padres y el equipo psicopedagógico encargado de evaluar para poner las herramientas necesarias en marcha para el tratamiento. Para los padres a veces es una tarea difícil entender el problema y abordarlo de la mejor manera para dar apoyo y poner los límites adecuados y necesarios en estos casos.
Pautas útiles para padres que previenen el fracaso escolar
- Mantenerse en continuo contacto con el colegio y profesores para dar y recibir información sobre los hijos. A veces las dificultades se detectan desde el colegio y otras desde casa, en ambos casos hemos de trasladar la información para evaluar qué ocurre cuanto antes y buscar la solución.
- Si nos implicamos en las tareas escolares de los niños obtendremos información, para detectar problemas o para evaluar si se están rectificando.
- Tenemos que aprender a valorar el esfuerzo y el trabajo realizado y no sólo las notas.
- Hablar al niño siempre en términos positivos, no criticarle o juzgarle por lo que ocurre, esto empeoraría la situación. Hemos de transmitir calma y confianza para que el niño no crea que no tiene capacidad suficiente, que se compare con los demás, etc.
- Es muy importante establecer un hábito de estudio con los hijos, con constancia y continuidad para que él hábito se vaya creando. Los niños que presentan alguna dificultad en el estudio necesitan un horario y estructura fija, aunque pueda ser flexible si es necesario, para que adquieran rutina y la interioricen.
- Tenemos que exigir hasta donde el niño puede llegar, a veces sin darnos cuenta presionamos más que animar y motivar, y esto puede dar lugar al efecto contrario a lo que buscamos.
- Dar ejemplo con nuestro comportamiento es importante, los niños aprenden más lo que ven que hacemos que lo que les decimos.
- No debemos realizar las tareas escolares por ellos, aunque les ayudemos en ellas.
- Buscar soluciones juntos cuando se de algún problema, hay que tener en cuenta la opinión de los niños y saber cómo ven la situación, cómo se sienten y qué se les ocurre que pueda funcionar para arreglarlo.
- Hay que reforzar los logros obtenidos siempre.
Es necesario solicitar ayuda profesional y en la mayoría de los casos es posible reconducir una situación y evitar un fracaso escolar y un abandono prematuro de los estudios.
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Artículo de Marta Bermejo Victoriano (Psicóloga Infantil de Psicomaster)
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