La tartamudez en los niños en forma de repeticiones es un patrón común en la primera infancia, entre los 2 y los 6 años, cuando los niños están aprendiendo a hablar. Se trata de un problema funcional que se manifiesta en la comunicación oral, donde el niño no muestra una fluidez adecuada. Muchos padres se preocupan y consultan a profesionales cuando escuchan este tipo de patrones de habla en sus hijos. Es normal que a estas edades, donde se están produciendo enormes avances en su desarrollo lingüístico, aún les resulte difícil hablar de forma fluida. En esta etapa están aprendiendo a organizar su pensamiento en forma de palabras y estructurando estas en oraciones. Podemos escuchar cómo titubean, repiten, reformulan sus frases, etc. La tartamudez en los niños y estos errores suelen aparecer con mayor frecuencia cuando el niño está nervioso o cuando quiere decir algo que es difícil para su nivel de adquisición del lenguaje.
La tartamudez en los niños: ¿Qué tipo de errores podemos considerar normales a estas edades?
Los silencios al tratar de hablar, las reformulaciones, las interjecciones, las vacilaciones, la presencia de una o dos repeticiones de una palabra o frase, son alteraciones de la fluidez que se consideran normales durante el desarrollo del lenguaje en estas primeras etapas. En cambio, algunos signos que pueden indicar una alteración son las repeticiones de sonidos o sílabas, palabras partidas, especialmente cuando aparece tensión al producir las palabras o movimientos asociados en la cara o el cuerpo durante el habla.
Como en todo aprendizaje, debemos dejar al pequeño que practique todo lo posible el habla, sin interrumpirle, e incluso sin corregirle. Hay que darles tiempo para que expresen a pesar de los bloqueos y repeticiones que puedan aparecer, de lo contrario comenzarán a sentirse presionados para hablar bien y terminar rápido, favoreciendo que aparezcan más fallos. No es raro encontrarse con situaciones en las que los niños pequeños hacen repeticiones al hablar y son los padres los que lo perciben incluso antes que el propio niño. Suele decirse que “la tartamudez en los niños empieza antes en los oídos de los padres que en el habla del niño”.
Algunas recomendaciones útiles sobre cómo actuar si percibimos este tipo de patrones en el transcurso del habla pueden ser las siguientes:
- Ignorar las repeticiones, es decir, no señalarlas cuando aparecen. Si lo hacemos únicamente conseguiremos que el niño, que quizá hasta ahora no había sido consciente de ellas, acabe prestándole atención y generándole tensión al hablar. Este hecho puede favorecer los bloqueos.
- Emplear siempre el enfoque positivo, es decir, no castigar sus errores en el proceso de aprendizaje del habla. Por el contrario más bien debemos premiar con elogios y prestando atención cuando adquieran palabras nuevas o cuando hablen correctamente.
- No hacer burla o reírnos cuando cometa estos errores o se bloquee (aunque nos parezca divertido su error). De esta forma generamos más tensión asociada al habla.
- Permitirles todo el tiempo que necesiten para expresarse, mostrando que le estamos escuchando y que nos interesa.
- No interrumpirle cuando se bloquea ni anticipar las palabras por ellos o terminar sus frases.
- Favorecer patrones de habla en los que se sientan cómodos y se expresen de forma calmada, por ejemplo cantando canciones con ellos o recitando poemas, marcando el ritmo y la entonación.
En estos casos en los que los niños se están iniciando en el habla y no aparecen signos preocupantes, ante la tartamudez en los niños y otros errores en el habla, serán suficientes unas pautas para los padres y el entorno acerca de cómo actuar, haciendo un seguimiento de su evolución. Puedes contar con la ayuda de nuestros psicólogos infantiles en Madrid.
Artículo de Drissa-Elma Delkader Palacios (Psicóloga Especialista en Infantil de Psicomaster).
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